Fuente: https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/FMfcgzGrbHprlHvRqnJskPhHBFRDrRpk 22.11.22
Una vez más, la suplantación de identidades como elemento de manipulación contra Cuba. La fotografía del díptico de la Jornada en la Universidad de Alicante “Cuba: el despertar del pueblo”, de clara línea política contra el proceso cubano, responde curiosamente a manifestantes que apoyan al Gobierno Revolucionario, entre ellos Gerardo Hernández Nordelo, Coordinador Nacional de los CDR (Comités de Defensa de la Revolución).
David Rodríguez Fernández*
Artículo de opinión publicado en Cubainformación
Los días 24 y 25 de noviembre tendrá lugar la IX Jornada del Seminario Permanente de Estudios sobre Cuba, organizado por el Departamento de Estudios Jurídicos del Estado, del Área de Derecho Constitucional, de la Universidad de Alicante, con financiamiento de la propia institución y de la Conselleria de Universidades de la Generalitat Valenciana. La organización tiene el propósito teórico de “ayudar al proceso de transformación en Cuba desde el ámbito universitario, definiendo posibles bases o modelos a partir del debate de ideas con expertos científicos sociales, juristas y economistas”.
Pero el título de la Jornada “Cuba: el despertar del pueblo”, junto a la mayoría absoluta de ponentes e instituciones del panel, así como los enfoques y temáticas abordadas, desvelan su verdadera declaración de intenciones: sentenciar que el socialismo cubano ha fracasado y que, por tanto, Cuba debe transitar hacia un país de economía capitalista y de democracia burguesa, ya que en la Isla no hay un sistema democrático, existen trabas económicas a las personas emprendedoras y el gobierno reprime e impide el debate político, lo que ha generado una ruptura del consenso revolucionario del pueblo. En resumen, según se desprende del contenido de la jornada, el pueblo cubano no sabe decidir bien su destino y necesita de la Academia liberal europea para elaborar un modelo que le guíe por el camino correcto.
¿Cómo es posible que se organice una jornada para hablar de Cuba sin la presencia de Cuba? ¿Con qué autoridad se presentan? ¿Qué pretenden? ¿A quién sirve todo esto? Organizar una jornada para hablar de la situación en Cuba sin dar la voz a Cuba es cuanto menos atrevido y denota una voluntad neocolonizadora de manual. Se ha seguido intencionadamente la matriz de opinión marcada por los grandes medios de comunicación adversarios del proyecto cubano, y se está promoviendo a actores construidos con financiamiento externo que no representan ni a las autoridades ni a la sociedad civil cubana.
Por cierto, me gustaría comentar al equipo de diseño del programa que la fotografía utilizada para ilustrar la portada del díptico muestra una imagen de manifestantes, en La Habana, en apoyo al gobierno revolucionario, tras las protestas de julio de 2021, donde aparece incluso Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de Cuba que estuvo preso en EEUU por defender a su pueblo del terrorismo y que actualmente es el Coordinador Nacional de los CDR (Comités de Defensa de la Revolución), una de las organizaciones de masas que sí representa a la sociedad civil cubana. Solo les informo por si se han equivocado o han sido presa de la manipulación informativa.
Quienes organizan este seminario, nacido en la etapa de relaciones Cuba-EEUU durante las administraciones de Raúl Castro y Barack Obama, imbuidos claramente por las tesis de este último para promover cambios en Cuba, representan el neocolonialismo europeo 2.0 hacia la Isla. Se trata de una nueva (vieja) política injerencista impregnada de soberbia primermundista, que no parte del análisis de la realidad objetiva de Cuba, sino de un relato parcial e interesado. Esta jornada genera por tanto múltiples y serias dudas de credibilidad, al tiempo que hace reflexionar sobre el tipo de vínculos académicos que se deben establecer entre instituciones de ambas contrapartes.
Una primera reflexión tiene que ver con el programa y con el perfil de las personas ponentes. Cierto es que participan especialistas con trayectoria en Cuba y con posiciones constructivas, pero el desequilibrio es evidente hacia las tesis que representan los think tanks otanistas. Por otro lado, ¿el bloqueo de EEUU, violación masiva de DDHH y principal causa de la crisis económica de Cuba, puede ser una mera anécdota en el programa, una pincelada en el decorado? Este bloqueo lleva más de 60 años atentando contra el pueblo de Cuba, y se ha recrudecido en los últimos años, especialmente durante la pandemia de la COVID-19, afectando al desarrollo del país y a la vida diaria del pueblo cubano. No se puede obviar esta política de guerra contra todo un pueblo que provoca graves afectaciones a la vida diaria del pueblo cubano. La denuncia de esta política debería ser la prioridad en cualquier conversación con y sobre Cuba, junto, por qué no, con el análisis de las potencialidades, logros y retos del socialismo cubano en materia de participación ciudadana y democracia directa, de su desarrollo científico, o del papel fundamental que ejercen la juventud y las mujeres cubanas en el mantenimiento y desarrollo del modelo económico, social y político cubano, por ejemplo.
Además, ¿de qué Cuba se quiere hablar? ¿De la Cuba revolucionaria asediada y bloqueada, con una historia de atentados y agresiones que llegan hasta la actualidad, y bajo un bombardeo comunicacional y una manipulación informativa permanentes? ¿O solo de una hipotética Cuba futura que, según la organización, evolucionará de manera natural hacia el capitalismo, adaptando la teoría norteamericana de la fruta madura al pensamiento neocolonial europeo del siglo XXI?
Me gustaría recordar que en Cuba ya se generó una batalla de ideas respecto a la nueva (entonces) política de Obama hacia la Isla. Y diversas voces calificaron como centrismo a las tesis obamistas que aspiraban a cambiar el sistema socialista cubano por un capitalismo de rostro amable, sustituyendo temporalmente el garrote por la zanahoria, a partir de generar una clase media pudiente que acabara siendo sujeto político, mediante un gran apoyo externo y una depurada y actualizada guerra económica, mediática y política. Esas tesis no triunfaron en Cuba, sino todo lo contrario. Cuba actualizó su Carta Magna con un debate popular que obtuvo el respaldo mayoritario, reafirmando nuevamente el consenso en torno al proyecto socialista cubano. Pero llegó un nuevo cambio en la presidencia de EEUU y el bloqueo se endureció con Donald Trump, cuyas 243 nuevas sanciones, junto a la pandemia, afectaron seriamente a la economía del país, con efectos devastadores para las familias cubanas. Estas políticas de asfixia son las que Joe Biden sigue aplicando, y que han generado el caldo de cultivo del malestar real en parte del pueblo cubano, que posteriormente es utilizado intencionadamente contra el gobierno de la Isla, haciéndole responsable de esta crisis, de manera hipócrita, por los mismos que tratan de ahogarlo. Aun en este contexto tan hostil y difícil para Cuba, el país se salvó gracias a la empresa estatal socialista y al desarrollo de la salud y la ciencia propia, y en la actualidad sigue sorteando las dificultades con el oído pegado al terreno sin dejar a nadie atrás. Y es que, aunque los intentos de injerencia y violaciones de los Derechos Humanos, como son el recrudecimiento del bloqueo económico y la promoción de golpes de estado blandos siguen, Cuba permanece y avanza.
Y ante este escenario ¿Qué papel quiere jugar la Universidad de Alicante? Triste e irresponsable será si sus instituciones apuestan por los discursos y proyectos de recolonización de Cuba. Más triste será si cae en la sumisión a los discursos e intereses de EEUU. Este seminario no tiene autoridad académica ni moral para exigir nada a Cuba, menos aún si no respetan la voluntad mayoritaria del pueblo cubano. Si no hay un diálogo, un debate, un intercambio de experiencias que permita el aprendizaje mutuo, desde el respeto a la autoridad establecida, sin imposiciones ni intromisiones, este seminario no sirve ni es útil para establecer relaciones mutuamente beneficiosas. Pareciera que quieran ver a Cuba naufragar en el océano neoliberal para convertirla de nuevo en colonia explotada y maltratada. Porque no olvidemos que, a Cuba, le toca el capitalismo salvaje y periférico de su entorno, no la falsa ilusión del capitalismo explotador europeo, construido sobre las venas abiertas de América Latina, África y Asia. Más bien este seminario se convierte en un aquelarre para justificar el bloqueo que sirve a los intereses injerencistas de EEUU para acabar con la Revolución y evitar que el “mal ejemplo” de una sociedad como la cubana se multiplique. Son las viejas ansias imperialistas desarrolladas con nuevos métodos de guerra no convencional y multifacética, con el trabajo de avanzada de los tanques pensantes neoliberales.
Y una segunda reflexión que surge es que esta Jornada entra en contradicción directa con la relación de la Universidad de Alicante (UA) con Cuba, tal y como aparece reflejada en su trabajo de colaboración a través del marco de actuación institucional del «Proyecto Habana», adscrito al Vicerrectorado de Relaciones Internacionales y de Cooperación al Desarrollo de la UA, que realiza diferentes programas de Cooperación Universitaria al Desarrollo con varias instituciones de educación superior cubanas, así como actividades de carácter solidario con la Oficina del Historiador de la Habana, y que actualmente está dirigido por el Doctor en Ciencias Biológicas y Director del Secretariado de Cooperación para el Desarrollo de la UA Germán Manuel López Iborra.
Así figura en la declaración de la UA: “La Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas Españolas (CRUE), en las jornadas celebradas en octubre de 2021 en la Universidad de Valencia, actualizaron las directrices generales que deben seguir las universidades públicas españolas en materia de Cooperación Universitaria para el Desarrollo (CUD) y las orientó expresamente al impulso de la Agenda 2030 y de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible. La UA, como agente activo de cambio social, comparte estos nuevos retos que plantea la Agenda 2030 y para impulsarlos dispone de diferentes herramientas, entre las que se encuentra el «Proyecto Habana».”
La Universidad de Alicante ha mantenido tradicionalmente fuertes lazos institucionales y culturales con Cuba. En 1996, se firmó un primer convenio de colaboración con la Oficina del Historiador de la Habana y desde entonces, la relación se ha ampliado y consolidado con innumerables instituciones cubanas, entre las que destacan el Ministerio de Educación Superior (MES), la Universidad de la Habana, la Universidad Agraria de la Habana, la Universidad de Pinar del Río, la Universidad de Oriente, la Universidad Tecnológica de La Habana «José Antonio Echeverría» (CUJAE) y la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), entre otras. Y hasta la fecha, esta cooperación institucional no ha dejado de existir, aunque sí ha reducido su presupuesto. Proyectos de cotutela de tesis doctorales, destinadas a docentes o investigadores e investigadoras cubanas con la formación necesaria para realizar un doctorado en la Universidad de Alicante, actividades de voluntariado solidario conjunto entre el profesorado, el personal de administración y servicios y el estudiantado de la UA, y estancias de carácter preparatorio en Cuba son algunas de las actividades que se financian y realizan. Nada que ver con este Seminario Permanente de Estudios sobre Cuba y esta IX Jornada.
Por su parte, la sociedad valenciana, a través de representantes políticos, sindicales y sociales mantiene buenas relaciones de cooperación, intercambio, basadas en el respeto mutuo. Además ha manifestado reiteradamente su rechazo al bloqueo de EEUU y ha exigido en numerosas ocasiones su eliminación, sumándose a la comunidad internacional, que el pasado 3 de noviembre votó en la ONU por 30 vez consecutiva la Resolución cubana “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, con el apoyo de 185 países con la única oposición del propio EEUU y de Israel, y con la abstención de Ucrania y Brasil.
Cuba, a pesar de los pesares, de los errores propios, de las catástrofes naturales y de las agresiones externas, sigue abordando su realidad sin miedo y sin tapujos, con el objetivo de perfeccionar el socialismo propio, con una capacidad de resistencia creativa que asombra y que no deja a nadie desamparado. Un ejemplo ha sido el reciente proceso participativo que ha concluido con la aprobación de Código de las Familias, una legislación más inclusiva y avanzada que muchos países que están incluso retrocediendo en derechos. O la actuación rápida del gobierno popular ante el triste accidente de Matanzas en agosto o el reciente paso del huracán Ian por el occidente del país. Pero es también su defensa de la Vida, su apuesta por la Paz y su Solidaridad sincera la que rompe prejuicios y acalla campañas malintencionadas (aún tenemos en la retina las imágenes de las brigadas sanitarias Henry Reeve que recorrieron Andorra e Italia en apoyo a la lucha contra la pandemia del COVID19 o los éxitos científicos de las vacunas cubanas). La Humanidad se pierde mucho por estar Cuba bloqueada. Cuba y el mundo tienen derecho a vivir sin bloqueo.
Cuba ya despertó el 1 de enero de 1959, tras casi un siglo de luchas contra el colonialismo español y el imperialismo norteamericano. Y sigue despierta al tiempo que es una referencia para los pueblos que luchan. Cuba está despierta incluso cuando duerme manteniendo un ojo abierto ante las constantes agresiones que sufre, mientras comparte su solidaridad. En este sentido, les recomiendo que escuchen a sus legítimos representantes. Y también que lean la reflexión de Fidel, el hermano Obama, escrita el 27 de marzo de 2016, de la cual que aquí reproduzco el fragmento final:
“Hay una cuestión importante:
Obama pronunció un discurso en el que utiliza las palabras más almibaradas para expresar: “Es hora ya de olvidarnos del pasado, dejemos el pasado, miremos el futuro, mirémoslo juntos, un futuro de esperanza. Y no va a ser fácil, va a haber retos, y a esos vamos a darle tiempo; pero mi estadía aquí me da más esperanzas de lo que podemos hacer juntos como amigos, como familia, como vecinos, juntos”.
Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del Presidente de Estados Unidos. Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?
Nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura.
Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta.”
Esta IX Jornada se realiza en un momento muy complejo para el mundo y para Cuba, con retos y peligros urgentes para el futuro de toda la Humanidad. ¿Para qué sirve y a quien sirve este seminario?
* David Rodríguez Fernández es miembro de la Junta Directiva de la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí y Miembro de Honor de la Fundación Nicolás Guillén de La Habana.
23 de noviembre de 2022