Fuente: https://mpr21.info/a-ucrania-le-espera-un-verano-infernal
El embajador ucraniano en Reino Unido, Vadim Prystaiko, dijo que espera el comienzo de un “verano infernal” en Ucrania. La próxima contraofensiva de las fuerzas armadas ucranianas podría provocar grandes pérdidas entre los militares ucranianos, dijo Prystaiko. “Sé que podría ser un verano muy terrible y el precio [que pagará Ucrania] puede ser infernal”, explicó el jueves en una entrevista con la cadena ITV.
Según Prystaiko, en Occidente exageraron las expectativas sobre la contraofensiva ucraniana, lo que está presionando al ejército de Kiev, que necesita alguna victoria, aunque sea simbólica, que llevar a las cadenas de televisión.
El diplomático ucraniano se negó a divulgar información sobre las bajas del ejército ucraniano. “Internamente sabemos cuántos de los nuestros ya han muerto o están desaparecidos”, dijo.
También sabemos que más de 8 millones de personas están fuera del país, por lo que comprendemos las pérdidas”, añadió.
Los medios occidentales hace días que dejaron de sembrar ilusiones sobre la próxima ofensiva ucraniana. Lo más probable es que no haya nada parecido a una ofensiva. Ucrania jugará al gato y al ratón, como tenía previsto el año pasado.
Su “guerra asimétrica” girará en torno a los medios de comunicación. Serán ataques publicitarios y sicológicos para mantener constantemente una pose ganadora.
Lanzará ataques espectaculares en la retaguardia de Rusia, como los depósitos de petróleo en Krasnodar, que es la parte más fuerte de Rusia, un país que nada en un océano de crudo. Estos ataques y los subsiguientes incendios quedan impecables para las cámaras de la televisión, con su humo negro llenando el cielo.
Los comandos ucranianos destruirán las vías y los trenes rusos descarrilarán, como en Crimea, unos daños que se arreglan en horas.
Los asesinatos y ejecuciones de personalidades rusas serán una constante y seguirán llamando la atención sobre una resistencia numantina.
También les ha dado cierto juego los falsos derribos de misiles hipersónicos rusos, porque los reporteros no tienen nada más.
Intentarán vender los ataques ficticios contra Belgorod y otras regiones fronterizas rusas como conquistas territoriales.
Sobre el terreno, el ejército ucraniano seguirá retrocediendo. Es posible que, si logra cruzar el río Dnieper, intente asaltar la central nuclear de Zaporiya, donde ha acumulado 60.000 efectivos. Pero al otro lado Rusia tiene 150.000 y el intento puede provocar una carnicería.
También pueden intentar acercarse a Melitopol para poner los edificios de la ciudad al alcance de la artillería, algo que han venido haciendo en el Donbas durante ocho años.
En cualquier caso, para Ucrania el coste de mantener la atención de las televisiones an torno a la guerra se cuenta en miles de vidas de sus soldados.
Una buena operación de cara a la galería: capturar la central nuclear de Zaporiya
Es posible que el ejército ucraniano intente atravesar el río Dnieper, por ejemplo para intentar capturar la central nuclear de Zaporiya. Llegar a la otra orilla es relativamente sencillo y establecer una cabeza de puente también, con bastantes pérdidas en cualquier caso.
Lo difícil es mantener luego esa posición avanzada, abastecerla de suministros. Esa fue la razón por la que Rusia se retiró de la zona de Jerson.
Los ucranianos necesitarían una enorme infraestructura logística para mantener una cabeza de puente capaz de albergar a una gran unidad del tamaño de una brigada, como mínimo.
Si el objetivo del ejército ucraniano fuera capturar la central nuclear de Zaporiya, puede hacerlo sin preocuparse demasiado por el reabastecimiento. Una vez más la publicidad de los medios jugaría un papel importante en el plan. Manteniendo la central como “rehén”, los ucranianos podrían amenazar con volar la planta y culpar de ello a los ataques rusos de represalia, que los medios de comunicación, por supuesto, cubrirían con todo lujo de detalles.
Ucrania obligaría a Rusia a firmar un acuerdo para ceder el control de la planta a su ejército con una campaña masiva de presión mediática y, naturalmente, de la Agencia Internacional de la Energía Atómica.
Con esta operación, no tendrían que preocuparse de soluciones logísticas a largo plazo. Se basaría en una única y arriesgada operación principal para capturar la central y entrar inmediatamente en el punto muerto de fabricar constantemente noticias para la televisión.