Las tensiones están en un punto álgido en todo Oriente Medio en medio de las represalias militares previstas por Irán y la milicia de Hezbolá, respaldada por Irán, por los asesinatos selectivos de Israel contra el alto comandante militar de Hezbolá, Fuad Shukr, en Beirut la semana pasada y, horas después, contra el líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, en Teherán.
Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC, por sus siglas en inglés) informaron que Haniyeh fue asesinado por ‘una fuerte explosión’ causada por un ‘proyectil de corto alcance’ disparado desde el exterior de una casa donde se alojaba durante su visita a Irán. Los IRGC advirtieron que Israel recibiría ‘un fuerte castigo en el momento, lugar y manera apropiados’.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió con altos funcionarios de seguridad nacional el lunes [hora de Washington] para discutir la respuesta de Estados Unidos a las inminentes represalias iraníes contra Israel. En un comunicado emitido después de la sesión informativa, Biden dijo: ‘Recibimos actualizaciones sobre las amenazas planteadas por Irán y sus representantes, los esfuerzos diplomáticos para reducir las tensiones regionales y los preparativos para apoyar a Israel en caso de que vuelva a ser atacado’.
Los medios de comunicación estadounidenses se han esforzado por destacar los esfuerzos diplomáticos de la administración Biden para evitar el estallido de una guerra regional. Un artículo en el Washington Post titulado ‘Washington y los estados árabes luchan para evitar una guerra total en Oriente Medio’ afirmó: “La administración Biden se apresura a evitar una explosión de violencia en todo el Medio Oriente.”
El artículo señalaba que los diplomáticos estadounidenses buscaban el apoyo de los gobiernos árabes para presionar a Irán para que limitara su respuesta a los asesinatos. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo ayer: ‘Nadie debería intensificar este conflicto. Hemos estado involucrados en una intensa diplomacia con aliados y socios’. Este mensaje, declaró, había sido comunicado directamente a Irán y también a Israel.
La postura del imperialismo estadounidense como una influencia moderadora en Oriente Medio después de respaldar la guerra genocida de Israel en Gaza es completamente hipócrita. La administración Biden ha respaldado y armado políticamente al régimen sionista, no solo por su bárbara matanza de decenas de miles de palestinos en Gaza, sino también por sus ataques dentro de Líbano, Siria, Yemen y ahora Irán.
La administración Biden fue informada con antelación del plan de Israel para matar a Fuad Shukr y, con toda probabilidad, para asesinar a Ismail Haniyeh. Estados Unidos no ha condenado ninguna de estas provocaciones calculadas, a pesar de que sabe muy bien que estos actos criminales estaban pensados para provocar una guerra más amplia contra Irán. Además, el asesinato de Haniyeh pone fin a la farsa del alto el fuego en Gaza que Estados Unidos afirma apoyar.
En realidad, Estados Unidos también se está preparando para una guerra más amplia. ‘Nuestro compromiso con la seguridad de Israel es férreo’, declaró ayer Blinken. ‘Continuaremos defendiendo a Israel contra los ataques de grupos terroristas o sus patrocinadores, al igual que continuaremos defendiendo a nuestras tropas’.
Estados Unidos ha posicionado aviones de combate FA-18 y un avión de vigilancia del portaaviones USS Theodore Roosevelt en una base no revelada más cercana a Israel. Un escuadrón de cazas F-22 ha sido enviado desde su base en Alaska para reforzar la potencia de fuego estadounidense en Oriente Medio. Los destructores navales estadounidenses también están siendo trasladados a aguas más cercanas a Israel.
Mientras que los diplomáticos estadounidenses supuestamente están ‘luchando’ para reducir la escalada, los altos funcionarios militares estadounidenses se están reuniendo con sus homólogos israelíes sobre los planes de guerra. El general Michael Kurilla, jefe del Comando Central de EE.UU., estuvo en Israel el lunes para mantener conversaciones con líderes militares, una visita que fue aclamada por el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, como ‘una traducción directa del apoyo de EE.UU. a Israel en acción’.
El martes, Gallant habló por teléfono con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, en la quinta llamada de este tipo desde que un ataque con misiles el 28 de julio mató a un grupo de niños en los Altos del Golán ocupados por Israel. Israel aprovechó el ataque como pretexto para los dos asesinatos selectivos, basados en la afirmación infundada de que Hezbolá lanzó el misil. Hezbollah negó cualquier responsabilidad.
En una publicación en las redes sociales, Gallant advirtió que el ejército israelí estaba ‘decidido, consistente y poderoso’, repitiendo nuevamente que estaba ‘preparado para el ataque y la defensa’. El comentario es una señal de que el régimen fascista israelí responderá a cualquier represalia de Teherán o Hezbollah con una nueva escalada militar dirigida a su objetivo principal: Irán.
Israel puso a la región al borde de la guerra en abril cuando llevó a cabo un ataque aéreo contra el complejo de la embajada iraní en Damasco que mató a altos comandantes del IRGC. Irán respondió con una andanada de unos 300 aviones no tripulados y misiles dirigidos a la base aérea en Israel desde donde se lanzó el ataque contra Beirut. Las defensas aéreas israelíes, junto con aviones de combate estadounidenses, británicos y franceses, derribaron la mayoría, pero sólo porque Irán había telegrafiado el momento y el alcance del ataque con antelación a Washington.
Si bien es evidente que Irán no está buscando una guerra más amplia, Israel está tratando de provocarla. Lejos de desescalar, el régimen sionista continúa su guerra genocida en Gaza y sus ataques dentro del Líbano.
* La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) informó que tres escuelas que albergan a palestinos desplazados internos en Gaza habían sido atacadas por el ejército israelí en las últimas 48 horas. Mohammed Issa Abu Saada es el último periodista asesinado por las fuerzas israelíes, lo que eleva a 166 el número de periodistas muertos en Gaza. La cifra oficial de hombres, mujeres y niños muertos en Gaza se acerca a los 40.000.
* El grupo israelí de derechos humanos B’Tselem publicó un informe el lunes basado en testimonios de primera mano que confirman que Israel había establecido una red de más de una docena de instalaciones penitenciarias “dedicadas al abuso de los reclusos.” B’Tselem declaró: “Estos espacios, en los que cada recluso es intencionalmente condenado a un dolor y sufrimiento severo e implacable, operan de hecho como campos de tortura.” Añadió que al menos 60 prisioneros, en su mayoría palestinos, han muerto bajo custodia israelí desde el 7 de octubre, una cifra que probablemente sea una subestimación grave.
* Los ataques israelíes dentro del Líbano incluyen un ataque contra un edificio en la ciudad de Mayfadoun, matando a cinco combatientes de Hezbolá. Otras ciudades atacadas incluyen Odaisseh, donde murió una persona, y Khiam.
Aviones de combate israelíes sobrevolaron deliberadamente Beirut el martes, volando a baja altura y provocando fuertes estruendos al romper la barrera del sonido. La exhibición de poderío aéreo israelí estaba claramente dirigida no sólo a intimidar a los residentes, sino también a burlarse de Hezbolá, cuyo jefe, Hassan Nasrallah, declaró que está ‘obligado a responder’ a los asesinatos de Haniyeh y Shukr por parte de Israel.
(Publicado originalmente en inglés el 6 de agosto de 2024)
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