Fuente: https://www.rfi.fr/fr/podcasts/afrique-%C3%A9conomie/20211013-la-mode-africaine-s-empare-des-d%C3%A9chets-plastiques Sandra Guarinos
África está invadida por todo tipo de plásticos y las iniciativas de reciclaje se multiplican. El sector de la moda también está asumiendo el problema.
Fela Akinsé es un joven empresario nigeriano. Es el fundador de la marca de zapatillas de deporte Salubata: una marca de calzado
sostenible hecha con plásticos reciclados.
Fela Akinsé quería un producto que tuviera un impacto en el medio ambiente. Su zapatilla no solo es duradera, sino que tiene la ventaja de ser modular. «Puedes cambiar el revestimiento,
cambiar el diseño y mantener la suela más tiempo. Porque la suela es lo que más contamina, solo su fabricación consume una media del 70% de la energía necesaria para producir un zapato.
Lo que hacemos es reducir la energía necesaria para la producción, lo que de por sí tiene un fuerte impacto en el medio ambiente.»
También los productos de la caboverdiana
Helena Moscoso son una respuesta al problema
extremo de la contaminación marina.
«Trabajamos con las mujeres de Salamas, una
pequeña comunidad pesquera de Cabo Verde, en
la isla de São Vicente, y recogemos las redes en las
playas para transformarlas en tejido.», explica.
«Las corrientes atlánticas traen toneladas y
toneladas de redes de pesca de fibra de plástico a
las playas del norte del archipiélago».
Helena Moscoso ha creado Simili, una marca de
productos de tejido reciclado fabricados con estas
redes de pesca. «Es realmente un problema
medioambiental, y con Simili intentamos hacer
algo para minimizarlo, crear puestos de trabajo,
dar empleo a las mujeres y ayudar a las
comunidades.»
Simili emplea a cuatro personas, pero tiene
dificultades para desarrollar una verdadera
industria de reciclaje de plásticos debido a la falta
de agua dulce en Cabo Verde.
También es complicado para Helena Moscoso
encontrar inversores.
Si los residuos de plástico pueden encontrar una
nueva vida gracias a la industria de la moda, las
iniciativas siguen necesitando apoyo y
financiación. Porque el negocio ecológico es, ante
todo, una cuestión de concienciación antes que
de beneficios.