A 5 años de una paz que no se ve. Carta abierta a Antonio Guterres

Fuente: https://elsudamericano.wordpress.com/2021/11/24/a-cinco-anos-de-una-paz-que-no-se-ve-carta-abierta-a-antonio-guterres-por-ivan-marquez-farc-ep-segunda-marquetalia/         Iván Márquez | FARC-EP. Segunda Marquetalia                              NOVIEMBRE 24, 2021

A CINCO AÑOS DE UNA PAZ QUE NO SE VE. CARTA ABIERTA A ANTONIO GUTERRES por Iván Márquez | FARC-EP. Segunda Marquetalia

A CINCO AÑOS DE UNA PAZ QUE NO SE VE

Iván Márquez

Noviembre 22 de 2021

Luego de 5 años del anuncio en La Habana, de lo que considerábamos el gran triunfo de la paz de Colombia mediante un acuerdo firmado solemnemente entre las FARC y el Estado, en lo esencial, en sus asuntos nodales, éste no despega y la esperanza de un país, que había volado tan alto, hoy yace herida y atrapada en el remolino de la perfidia.

Una banda de delincuentes encabezada por Uribe y sus partidarios apuñalaron el derecho a la paz de los colombianos, el más importante de todos los derechos porque protege la vida misma. Un horroroso crimen de lesa humanidad. Palabras de engaño, puñaladas y disparos, fue la respuesta del gobierno Duque a la esperanza de paz. La paz con legalidad” que publicita con demencia ese presidente no es más que una burda maniobra para destruir el Acuerdo. Ese término no aparece en ninguna parte de las 310 páginas firmadas por los plenipotenciarios de las partes.

En Oslo, con motivo de la inauguración de los diálogos, 9 años atrás, habíamos advertido con palabras del tribuno Jorge Eliécer sobre la posibilidad de la traición: “Bienaventurados los que entienden que las palabras de concordia y de paz no deben servir para ocultar sentimientos de rencor y exterminio. ¡Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad para los hombres del pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!”. Lo de Duque y Uribe, es toda una ignominia, una infamia que no podrán pagar ni en el otro mundo.

La paz no se alcanza con palabras demagógicas, sino con hechos palpables: ¿Dónde está la reforma agraria? ¿En qué quedó el problema de la tenencia de la tierra considerado el meollo del conflicto? ¿Dónde está la titulación de tierras a los campesinos, dónde la restitución, dónde los créditos y la asistencia técnica? Aquí el partido de gobierno que domina el Congreso responde a todo esto con la grosería de que el campesino colombiano no es sujeto de derechos.

Santos hundió la reforma política y hasta el día de hoy sigue hundida. Duque no la salvará nunca. Tocará esperar a un nuevo gobierno que garantice la participación ciudadana en el diseño de las estrategias políticas, económicas y sociales, que respete al soberano y la independencia de los poderes públicos, que opte por el voto electrónico para evitar que las elecciones en Colombia las sigan ganando los muertos votando copiosamente en las mesas.

¿Por qué este gobierno, en lugar de fumigar los campos con glifosato, no conviene con los campesinos pobres la sustitución de cultivos de uso ilícito a través de proyectos productivos financiados por el Estado, tal como reza el Acuerdo de La Habana?

Paren de hacer trizas la Jurisdicción Especial. No la difuminen en el aire retornándola al derecho penal del enemigo superado en el Acuerdo. Que Duque no utilice más su Procuraduría de bolsillo como ariete contra la JEP. Recuerden que la Jurisdicción es para todos los involucrados en el conflicto y no para una sola de las partes. Los determinadores de la violencia desde la cúpula del Estado y todos sus agentes deben dejar la cobardía frente a la verdad. Salgan del burladero de la impunidad y den la cara y permitan con ello el aclimatamiento de la paz. Paren la matanza de líderes y de excombatientes; cumplan el compromiso de colocar de las armas lejos de su uso.

Sobre estos temas publicaremos en nuestras redes, de aqui al 25 de noviembre, seis documentos que muestran nuestra lucha contra la traición que se veía venir. Ellos son: La intervención de las FARC en el segundo cónclave de Cartagena, la Carta abierta que dirigimos a la comisión de Paz del Senado, nuestra respuesta a la JEP, el intercambio epistolar que sostuvimos con Santrich mientras se encontraba en prisión, nuestra a misiva a Antonio Guterres Secretario General de Naciones Unidas (ver debajo) y nuestro Manifiesto de Agosto de 2019.

FARC-EP
Segunda Marquetalia

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CARTA ABIERTA A ANTONIO GUTERRES

Secretario General de Naciones Unidas

Noviembre 17 de 2018

Señor ANTONIO GUTERRES

Secretario General de Naciones Unidas
Nueva York

Como jefe del equipo negociador de las FARC-EP en los Diálogos de Paz de La Habana, quisiera compartir con usted las preocupaciones y perplejidades de la gran mayoría de guerrilleros y sus mandos, y de la gente del común frente a la persistencia del Gobierno del presidente Duque en modificar, aún más, el acuerdo que ya fue desfigurado profundamente en el transcurso de su implementación normativa. Es un hecho objetivo, no un recurso retórico, que lo que hoy se exhibe como Acuerdo de Paz de La Habana no corresponde a lo convenido por los plenipotenciarios de las partes. El texto original de este fue mutilado en sus aspectos esenciales por la perfidia del establecimiento.

Sinceramente, no sé si el logro más importante de Colombia en los últimos tiempos, que fue silenciar las armas del más largo conflicto del continente, o si la participación de la Organización de Naciones Unidas en el más reciente proceso de paz exitoso en el mundo, pueda ser rescatado del tenebroso abismo de los procesos de paz fallidos.

Ojalá, señor secretario general, la Segunda Misión de NN.UU. que verifica la implementación del punto 3.2 del Acuerdo Final referido a la reincorporación política, garantías para el nuevo partido o movimiento político que surja del tránsito de las FARC-EP a la vida política, y la reincorporación económica y social, pueda retomar el acuerdo a su estado primigenio y al respeto del principio de toda negociación pacta sunt servanda.

El mandato de la Misión incluye monitorear y verificar lo relativo a garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones y conductas criminales que atentan contra defensores/as de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos o que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz, concretamente verificar las medidas de protección, seguridad personal y colectiva; el sistema integral de seguridad para el ejercicio de la política, en especial para los integrantes de las FARC-EP y sus familias; y los programas integrales de seguridad y protección para las comunidades y organizaciones en los territorios. En este campo, como usted lo sabe bien, señor Secretario General, la realidad es bastante triste.

El Acuerdo Final precisó, además, qué agencias u organismos dependientes de NN.UU. deberían acompañar el proceso de implementación de cada uno de los puntos del acuerdo. Por ejemplo: a la FAO y al PNUD le correspondería hacer seguimiento al cumplimiento de la implementación del punto 1. “Hacia un Nuevo Campo Colombiano: Reforma Rural Integral”. A la UNESCO y al PNUD el punto 3.2 “Reincorporación”; y a la Oficina del Alto Comisionado de NN.UU. para los Derechos Humanos, la revisión de la situación de las personas privadas de la libertad, procesadas o condenadas, por pertenecer o colaborar con las FARC-EP. La UNODC y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos acompañaría la implementación del compromiso de “lucha y desmantelamiento de las organizaciones criminales” (punto 3.4); La UNODC “Solución al problema de las Drogas Ilícitas” (punto 4). ACNUR y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se ocuparían del punto 5. “Victimas”. Y respecto al punto transversal de “Enfoque de género”, su asistencia y acompañamiento corresponde a ONU Mujeres y a la representante del Secretario General para violencia sexual en el conflicto. Sobre este presupuesto, señor Guterres. Quiero solicitarle con todo respeto que las distintas agencias encargadas del acompañamiento se dirijan al Gobierno del presidente Duque y a la sociedad colombiana informando del cumplimiento de su importante misión, lo que queda por hacer, las causas de los retrasos, etc.

Notamos en el Gobierno dejadez y ausencia de implementación de lo acordado en materia de Reforma Rural. Reforma política. Circunscripciones de paz. Sustitución de cultivos… Son letales las modificaciones introducidas en la implementación legislativa a asuntos tan vitales para la normalización de la vida colombiana como la Jurisdicción Especial para la Paz, y el funcionamiento de la Unidad Especial de desmantelamiento de organizaciones paramilitares (punto 74 de la JEP).

Comedidamente, ante los cambios unilaterales de los contenidos del acuerdo, pido un pronunciamiento de NN.UU. sobre la obligación de implementar el Acuerdo Final de forma fiel respecto a lo acordado. Insisto también en nuestra petición a la ONU de solicitarle al Tribunal Internacional de Justicia un pronunciamiento ratificando la obligación del Estado colombiano de cumplir los términos del “Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”.

Saludo cordial
Iván Márquez
Jefe el equipo negociador de las FARC-EP

Con Copia:

Al Señor Jean Arnault Jefe de la Misión de NNUU en Colombia.
Países garantes del proceso de paz Cuba y Noruega.
Países acompañantes del proceso de paz: Venezuela y Chile.

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