
27 de agosto de 2025

El feminismo nació como una lucha por la libertad, la igualdad y la justicia. Pero cuando ignora el racismo o se construye únicamente desde la experiencia blanca, el movimiento se vuelve incompleto, excluyente y contradictorio. Estas son seis razones fundamentales por las que no puede haber feminismo real sin antirracismo:
1. Porque las mujeres racializadas sufren múltiples opresiones
El machismo no se vive igual si, además, cargas con el racismo. Una mujer negra, gitana, migrante o musulmana enfrenta violencias de género atravesadas por la discriminación racial, el clasismo o la xenofobia. Si el feminismo no incluye esas experiencias, deja fuera a millones de mujeres.
2. Porque el feminismo blanco ha reproducido exclusiones históricas
Durante siglos, los movimientos feministas dominantes en Occidente priorizaron las demandas de las mujeres blancas de clase media, ignorando las voces de las mujeres racializadas. Sin una postura antirracista, el feminismo repite esos errores y perpetúa desigualdades dentro del propio movimiento.
3. Porque la interseccionalidad es imprescindible
La teoría feminista nos recuerda que la opresión no es única: género, raza, clase, orientación sexual, religión o identidad de género se entrecruzan. El antirracismo no es un “extra”, sino una condición necesaria para entender y combatir cómo funciona el poder en nuestras sociedades.

4. Porque sin antirracismo no hay sororidad real
La sororidad no puede ser selectiva. No sirve hablar de “hermandad entre mujeres” si al mismo tiempo se ignoran o silencian las realidades de las mujeres racializadas. La solidaridad feminista debe ser transversal y radicalmente inclusiva, o deja de ser feminismo.
5. Porque el racismo también mata y precariza
Las mujeres racializadas son mayoría en los trabajos más precarios, enfrentan mayores tasas de violencia policial, tienen menos acceso a la vivienda y a la sanidad, y soportan estereotipos que las hipersexualizan o criminalizan. Un feminismo que no combata estas desigualdades está defendiendo solo a unas pocas.
6. Porque la emancipación de unas no puede construirse sobre la opresión de otras
El feminismo, en su esencia, es un proyecto de liberación colectiva. No hay justicia para las mujeres si no la hay para todas. Si el movimiento no se compromete con la lucha antirracista, se convierte en un feminismo elitista que solo libera a una minoría privilegiada.
Solo con un compromiso claro contra el racismo podremos hablar de una lucha feminista justa y transformadora.
