Javier Dueñas
En la celebración patria participaron más de 10.000 jóvenes sandinistas que ocuparon el gran espacio de la enorme plaza.
El pasado viernes 19 de julio en Nicaragua se realizaron grandes festejos por los 45 años del triunfo de la Revolución Popular Sandinista (RPS).
El acto central de esa histórica conmemoración se realizó en la Plaza de la Fe, enorme espacio que se ubica a la orilla del lago Xolotlán o de Managua. Ahí concurrió una asistencia estimada en más de 10.000 jóvenes sandinistas que ocuparon el gran espacio de la enorme plaza.
También se distinguió ese acto por la presencia de los mandos y cadetes de la Policía y el Ejército nicaragüense. De igual manera, estaban en la enorme mesa del presidium delegaciones oficiales de distintos Gobiernos del mundo, como el de Cuba, Federación de Rusia, República Popular China, República Bolivariana de Venezuela, Vietnam, Honduras, Senegal, Palestina, Zimbabue, San Vicente y las Granadinas, Kuwait, Qatar, Ghana, Costa de Marfil, Angola, Argelia, Belarús, Burkina Faso y Palestina, entre otros de África, Europa y Medio Oriente. Asimismo concurrieron diversos contingentes de organismos de solidaridad de varios países de América Latina, EE.UU., Canadá y Europa.
En el enorme escenario, al que acudieron miles de personas ahí reunidas y convocadas por el presidente Daniel Ortega, fue transmitido por la televisión y varias de sus imágenes se proyectaban en tomas desde la altura por dos drones (pequeños vehículos aéreos no tripulados), que mostraban el conjunto de los miles de asistentes formando un enorme y colorido corazón visto desde las alturas.
Los distintos oradores fueron presentados por Rosario Murillo, la vicepresidente nicaragüense, quien les otorgaba la palabra. El primer orador fue el legendario comandante Ramiro Valdés, dirigente que junto con Fidel y Raúl Castro, Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos fue de los expedicionarios del Granma, y que junto con Raúl constituyen dos de los principales dirigentes de las Revolución Cubana.
Valdés refrendó el apoyo de Cuba a la Revolución Popular Sandinista y al presidente Daniel Ortega. En especial cuando su país, Nicaragua y Venezuela siguen padeciendo los bloqueos y hostigamientos del Gobierno estadounidense.
En semejante sentido, el representante de la delegación rusa refrendó el apoyo a Nicaragua del presidente Vladimir Putin, así como lo hicieron otros oradores de Sudáfrica, Argelia, Burkina Faso y de la misma Venezuela en voz de su canciller Yván Gil, quien afirmó: «Defender a Nicaragua en contra del fascismo, en contra de la ultraderecha y en contra del imperialismo». Agregando que: «Nicaragua representa una voz digna, una voz fuerte y soberana en contra del fascismo» y recalcó: «La Revolución Sandinista es una guía en la región».
La penúltima oradora de esa gran conmemoración fue la representante de Palestina, Leila Khaled, heroína del pueblo palestino y todo un símbolo en momentos en que la Franja de Gaza viene sufriendo uno de los mayores genocidios de la historia contemporánea por parte del sionismo israelí, que ha asesinado a casi 40.000 palestinos.
Entre cada intervención de los oradores internacionales, el festejo sandinista incluyó una serie de presentaciones musicales y de danzas regionales de los distintos rincones de la patria de Augusto C. Sandino, haciendo de esa conmemoración, como es la tradición sandinista, una gran fiesta popular y revolucionaria.
Finalmente, durante el festejo del 45 aniversario de la RPS, realizado el viernes 19 de julio por la noche cuando casi dejó de caer una pertinaz llovizna, tomó la palabra el presidente y principal dirigente sandinista, Daniel Ortega Saavedra.
Inició su intervención haciendo un amplio análisis de las distintas etapas que se han desarrollado desde el 19 de julio de 1979, cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) tomó el poder. Así, sus primeros pasos fueron desarrollar la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización en 1980, cuando contaba el país centroamericano con un 60 por ciento de analfabetismo y los jóvenes que integraban las Brigadas de Alfabetización fueron víctimas de la contrarrevolución patrocinada por la Casa Blanca.
Así, el comandante Ortega hizo un recorrido por las distintas etapas que ha sorteado la RPS en más de cuatro décadas. Finalmente, en torno a la situación internacional, apuntó que la «República Popular China ha venido desarrollando una política de llevar beneficios a los países en vías de desarrollo, sin poner condición alguna».
Como también condenó que hoy en día las «potencias agrupadas en la OTAN tienen ya una guerra que está en su fase de preparar a sus propios pueblos para lo que ellos llaman una amenaza; que Rusia y China son una amenaza, luego están los Brics, y está la India, y dicen que son una amenaza. Es decir, todo lo que es encuentro de naciones, de países, donde se respeta la soberanía y donde se logran acuerdos para lograr mejores condiciones para sus pueblos, eso lo ven como una amenaza, porque los imperialistas están acostumbrados a ocupar por la fuerza, y luego dominar y asesinar».
Concluyó el presidente Daniel Ortega, afirmando que la «presencia aquí en Nicaragua, (de) países, naciones, que muestran respeto por este país pequeño, que nadie duda que somos un país pequeño, así lo reconocía Darío, entonces Darío decía: ‘Si la Patria es pequeña, uno grande la sueña’. Y con sueños la hacemos potente, la hacemos poderosa, y la desarrollamos como estamos desarrollando a Nicaragua (…) Pero en el mundo, en el planeta, no hay pueblos, no hay juventud, no hay mujeres, no hay trabajadores, no hay campesinos que se rindan. En el planeta no se rinden los pueblos, y continuarán haciendo: ¡Patria Libre, o Morir!».
Autor: Adalberto Santana