Hay pánico en el seno del Departamento de Defensa estadounidense tras el descubrimiento de una filtración de varios documentos clasificados, en particular relativos a la guerra en Ucrania. ¿Cómo interpretarlos y cómo explicar el tratamiento mediático de esta información? Hacemos un balance de la situación con Bruno Drewski, historiador, politólogo y profesor en el Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales.

¿Qué nos dicen estas revelaciones de la realidad sobre el terreno?

Confirman en gran medida lo que los verdaderos conocedores del terreno saben desde hace tiempo. Estas revelaciones no se limitan a lo mediáticamente correcto que hemos escuchado y leído desde febrero de 2022. Y si hay una pequeña duda sobre una posible manipulación de esta información, nos damos cuenta de que, aunque nos hagamos la pregunta cada vez, no cambia el hecho de que en estas filtraciones siempre hay un 95% de verdad y un 5% de mentira. Hay que estudiar lo esencial y ver cuál es la situación.

Quienes conocen la realidad sobre el terreno comprenden que el discurso de los países occidentales está completamente adulterado. Esta información aporta pruebas de lo que realmente está ocurriendo a nivel de apoyo de los Estados occidentales, de la OTAN, del compromiso confirmado de ciertos países…

Demuestra que se trata realmente de una guerra de la OTAN contra Rusia y no de Rusia contra Ucrania. Los conflictos son un acelerador de la historia y con esta información se hace evidente que Ucrania es sólo un campo de fútbol y un instrumento de confrontación entre Rusia y Estados Unidos. El objetivo para estos no es sólo contener a Rusia sino debilitarla. Y después verla abierta a las inversiones occidentales.

Por último, se trata también de privar a China de acuerdos demasiado estrechos con Rusia. Para China, Rusia es su garantía de seguridad en sus fronteras septentrionales, su escudo e incluso su espada contra un bloque occidental que se ha vuelto claramente hostil. Es también una reserva de recursos energéticos, otros recursos naturales, trigo y otros productos alimentarios, y es también el país con el que la cooperación científica y técnica es más prometedora. Todas estas cosas desaparecerían si Rusia fuera derrotada o, peor aún, disuelta. Por eso, al provocar a Rusia para que contraataque, Estados Unidos y sus patrocinadores de la OTAN pensaron que podían destruirla como “aperitivo”, para luego atacar el plato principal del imperialismo unipolar: China.

 

También está el papel de Gran Bretaña que parece ser muy importante

Sí, esto también es una confirmación, lo sabíamos pero vemos aún más, que los servicios británicos tienen un papel crucial aquí. Han estado al frente desde 2014. Y ahí está el papel de Boris Johnson en la negativa de Ucrania a aceptar los términos de paz, en marzo y abril de 2022. Su papel de lobby y organizador es tan poderoso que todos los intentos ucranianos de lograr un compromiso han sido cortados de raíz. Esto también nos lleva a reconocer que Gran Bretaña tiene un interés directo en limitar los derechos democráticos en Ucrania. El barniz democrático de Gran Bretaña se resquebraja si tenemos en cuenta esta información.

Creo que esta posición británica proviene de un reparto de papeles dentro de los Cinco Ojos, una estructura de cooperación de los cinco Estados anglosajones, que es de hecho el núcleo duro dentro de la OTAN (Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, Australia y Nueva Zelanda).

Gran Bretaña desempeña este papel en nombre de la OTAN. Antes se decía que era el caballo de Troya dentro de la Unión Europea, pero lo es sobre todo dentro de Europa, esté o no en la UE. Existe una tradición especialmente rica de servicios de inteligencia británicos. Todo esto convierte a Londres en un centro neurálgico para el sistema imperialista, quitando presión a EEUU, que ya está muy ocupado en numerosos frentes.

 

¿Qué hay del tratamiento mediático de estas revelaciones?

Los principales medios de comunicación están tratando de censurar el contenido, ya que interfiere con la narrativa que se ha desplegado durante más de un año, lo cual es lógico. Si hablamos de la forma en que se maneja esta información, hay un ambiente de caza de brujas, necesitamos saber dónde está el traidor. El público debe sentirse parte de una lógica de guerra.

Eso confirma esta atmósfera envolvente del enemigo interior porque sabemos que el sistema está en crisis. Está desacreditado, una gran parte de la sociedad ya no confía en las élites políticas y económicas. Cada vez que se publican este tipo de revelaciones, hay que ir en busca del traidor, así como hicieron con Julian Assange.

Creo que existe el mundo occidental y el resto del mundo. En los países occidentales hay un fuerte conformismo y la uniformidad es patente. En Alemania también, los archivos publicados recientemente muestran cómo el gobierno ha creado una uniformidad del discurso.

 

 

Foto de portada: El Pentágono, sede del Departamento de Defensa de EE.UU., septiembre de 2018. (Crédito: Wikimedia Commons)

Traducido por Edgar Rodríguez para Investig’Action

Fuente: Investig’Action