Después de que el presidente sirio Bashar al-Assad dimitiera el domingo y ordenara una transferencia pacífica del poder a las fuerzas ‘rebeldes’ lideradas por la milicia Hayat Tahrir al-Sham (HTS), vinculada a Al Qaeda, aviones de guerra estadounidenses e israelíes comenzaron una campaña de bombardeos masivos contra Siria.

Washington y sus aliados regionales están lanzando la violación y el desmembramiento de Siria. Mientras el ejército israelí ataca al norte en dirección a Damasco, el Ejército Nacional Sirio (SNA) respaldado por Turquía ataca al sur, apuntando a las fuerzas kurdas en el norte de Siria, y HTS está tomando el control del gobierno en áreas que antes estaban controladas por Assad. Las declaraciones de funcionarios israelíes dejan claro que los bombardeos estadounidenses-israelíes tienen como objetivo aniquilar la capacidad de Siria para defenderse militarmente.

Anoche, fuentes militares israelíes dijeron al Jerusalem Post que habían llevado a cabo 350 ataques aéreos contra “la mayoría de los arsenales de armas estratégicas dentro de Siria”. Los aviones de guerra estadounidenses atacaron 75 objetivos más en Siria. Los objetivos israelíes incluían sistemas de defensa aérea, arsenales de misiles, aeródromos, aviones de guerra, tanques y flotas de drones e instalaciones de producción militar en ciudades como Damasco, Homs, Palmira, Latakia y Tartus. Israel también habría hundido la marina siria anclada en Al-Bayda y Latakia.

Los ataques estadounidenses-israelíes no encuentran oposición por parte de las defensas aéreas sirias. Los funcionarios israelíes dijeron al Post que habían “ampliado la capacidad operativa” en Siria.

El suministro de armas por parte de Washington a Israel durante su genocidio en Gaza ha demostrado ser parte de una ofensiva más amplia para subyugar a toda la región. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lo explicó con toda claridad en una conferencia de prensa el lunes. Elogió el colapso del régimen de Assad como “un nuevo y dramático capítulo” en la historia y proclamó: “Estamos cambiando la cara de Oriente Medio”.

Las unidades israelíes han cruzado la frontera hacia Siria para apoderarse de partes de los Altos del Golán y han lanzado una ofensiva blindada hacia el norte, en dirección a Damasco. Al Jazeera informó de que los tanques israelíes habían llegado a sólo 25 km de Damasco y se encontraban cerca del aeropuerto de Damasco. Aunque los funcionarios israelíes negaron que sus fuerzas estuvieran a 25 km de Damasco, están pidiendo que se establezca una zona de amortiguación “estéril” controlada por Israel entre los Altos del Golán y la capital siria.

Ayer por la mañana, durante una visita a una base naval en Haifa, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, anunció: “Junto con el primer ministro, he dado instrucciones a los [militares] para que establezcan una zona de defensa libre de armas y amenazas terroristas en el sur de Siria, sin una presencia israelí permanente”. Independientemente de que hubiera o no una presencia militar israelí permanente, una zona de ese tipo dejaría a la ciudad de Damasco permanentemente a merced de los ataques israelíes.

Mientras los medios de comunicación estadounidenses y europeos afirman que la entrega del poder de Assad a HTS está trayendo a Siria un nuevo amanecer democrático, los informes sobre el terreno pintan un panorama diferente. La milicia islamista sunita apoyada por las potencias de la OTAN e Israel está aterrorizando a la población, en particular entre las comunidades cristiana, drusa y chií alauita.

El cardenal Mario Zenari, enviado de la Iglesia católica a Siria, informó a Vatican News sobre la situación en Alepo después de su captura por HTS: “En ciertas zonas, está bastante tranquilo, pero eso es sospechoso. Hay mucho miedo, las oficinas gubernamentales han cerrado, al igual que el ejército, que ha desaparecido. Los grupos armados están circulando y están prometiendo no atacar a la población civil. Hasta ahora, parece que han respetado esta promesa, pero aún así la gente está aterrorizada y se encierra en casa. … El miedo, el terror y la incertidumbre reinan”.

Ya circulan en las redes sociales vídeos que muestran a los combatientes del HTS ejecutando alauitas en la calle. El HTS, al igual que las redes más amplias de Al Qaeda y sus patrocinadores en los jeques petroleros suníes del Golfo Pérsico, es violentamente hostil al Islam chií, al Irán de mayoría chií y a los alauitas, la comunidad a la que pertenece Asad. Un vídeo muestra a las fuerzas del HTS ejecutando a quienes afirman que son alauitas en Latakia:

Otro video muestra a un combatiente de HTS amenazando y disparando a dos hombres que dice son alauitas:

Los funcionarios estadounidenses están aclamando la victoria de HTS como un golpe devastador para Rusia e Irán, que apoyaron al régimen de Assad en una guerra de casi 14 años con milicias islamistas respaldadas por la OTAN iniciada por Washington en 2011. Assad invitó a las fuerzas iraníes y luego rusas a luchar contra las milicias vinculadas a Al Qaeda o el Estado Islámico que tenían el respaldo de la OTAN pero poco apoyo popular. Ahora, los funcionarios estadounidenses están exultantes de que su apoyo a Israel contra Gaza y Hezbolá, y a la guerra de Ucrania con Rusia, debilitara a Rusia e Irán, permitiendo que Washington aplastara a Siria.

‘Nuestro enfoque ha cambiado el equilibrio de poder en Oriente Medio’, dijo el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, el domingo. ‘Por primera vez, ni Rusia, ni Irán ni Hezbolá pudieron defender este régimen aborrecible en Siria. Esto es un resultado directo de los golpes que Ucrania e Israel han asestado en su propia defensa con el apoyo inquebrantable de los EE.UU.”.

En realidad, poner a las fuerzas de Al Qaeda en el poder en Siria es una acción monumentalmente temeraria y criminal que inevitablemente tendrá consecuencias no deseadas por Washington. No resolverá las sangrientas guerras por delegación entre Israel, Turquía, Irán y las principales potencias mundiales por la influencia en Siria y Oriente Medio, sino que en última instancia allanará el camino para su escalada.

En este contexto, la orden de Assad a su régimen de entregar el poder a los “rebeldes” islamistas y el colapso del ejército sirio son una amarga experiencia de la bancarrota y la traición de la burguesía árabe. La velocidad del colapso del régimen sirio no sólo indica la retirada deliberada de Assad, sino también la complicidad de sus partidarios en Moscú y Teherán.

El Kremlin, que ha retirado sus buques de guerra de su base naval siria en Tartus, no ha dado ninguna explicación para el colapso de Assad. El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, confirmó ayer que Assad se encuentra en Moscú, pero se negó a decir por qué había huido. Ryabkov dijo: “Está a salvo, y eso demuestra que Rusia actúa como se requiere en una situación tan extraordinaria. No tengo idea de lo que está pasando con él en este momento. Sería un gran error por mi parte explicar lo que sucedió y cómo se resolvió”.

Sin embargo, el lunes, la agencia de noticias semioficial iraní Mehr publicó un artículo que detallaba los crecientes conflictos entre Teherán y Assad antes de la ofensiva de HTS. Según su relato, los comandantes militares iraníes viajaron a Siria en medio de señales de que HTS estaba preparando una ofensiva en las áreas del norte de Siria controladas por Turquía y Estados Unidos. Según Mehr, “los funcionarios iraníes, después de horas de consultas sobre los acontecimientos en Siria, concluyeron que esta vez no se habían dado las condiciones para la asistencia militar de Irán a Bashar Assad”.

El colapso del régimen de Assad después de una guerra de 14 años es, en cualquier caso, una amarga lección sobre la bancarrota de una estrategia nacionalista burguesa para oponerse al imperialismo. Para oponerse al descenso a la barbarie es necesaria la movilización y la unificación internacional de la oposición de la clase obrera a la guerra imperialista y al genocidio, sobre la base de una lucha por el socialismo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 10 de diciembres de 2024)