Fuente: https://elsudamericano.wordpress.com/2022/07/28/implosion/
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CULPABLES DE SER POBRES…
Mientras escribimos estas líneas la crisis se acelera y amenaza con llevarse puesto al gobierno del Frente de Todos. Por lo tanto, es casi seguro que cualquier análisis en materia económica quede obsoleto antes de que la revista salga de imprenta. Lo que no tiene por ahora fecha de vencimiento es el dilema de fondo: la patética impotencia del poder político. Su cada vez más indisimulable dificultad para cumplir la promesa contraída con el soberano.
Es posible que no estemos apenas ante el fracaso de un gobierno -van dos en línea, y de distinto signo- sino de la puesta en cuestión del sistema político mismo. Cualquiera diría que nos enfrentamos a un revival de aquella bancarrota de principio de siglo que estampó en nuestra memoria el eslogan “que se vayan todos”. O tal vez se parezca más al hundimiento vivenciado a finales de los años ochenta, que pasó a la historia por su vehemencia hiperinflacionaria. Sin embargo, la emergencia que vivimos posee ciertas singularidades que la tornan particularmente enigmática. Tal vez siniestra. Leer + en Crisis
«No es un cambio de gabinete, es un cambio de gobierno»
Cuesta explicar fuera del país la situación de la Argentina, incluso al interior, más allá de adhesiones ideológicas y políticas a los sectores en pugna: oficialismo y oposición de derecha. Existe un contraste entre los datos macroeconómicos de crecimiento, incluso del consumo en general y especialmente recreativo, sea por la gastronomía, el turismo, entre otros, y la contracara de la pobreza extendida que involucra a trabajadoras y trabajadores regularizados, más aún quienes protagonizan la precariedad laboral, sin seguridad social, en situación irregular de empleo. Leer + en Julio Gambina Blog
El gobierno nacional ha perdido el control de la política económica. Ya la había transferido al FMI y su comisión de control, ahora al Banco Central. El BCRA, sin embargo, no tiene la autoridad legal y política para determinar la política económica, ni tampoco la capacidad financiera, porque su patrimonio es negativo y su deuda, impagable. La mentirosa independencia del gobierno que proclama la Carta Orgánica del Banco Central se ha transformado en su contrario -en la subordinación real del primero al segundo.
El “dólar-soja” no pasa de un eufemismo. El capital financiero que arrienda los campos para producir el poroto es invitado a acompañar una operación financiera de dudosísimo sustento, esto porque el Tesoro Nacional como el BCRA se encuentran en cesación de pagos, o sea, en bancarrota. Lo muestra la exclusión de esta operación de los otros cultivos de exportación. Políticamente, sin embargo, estamos ante una maniobra devaluatoria, como lo demuestra el seguro de cambio para los sojeros, que acompaña todo este dislate. El capital agrario seguirá sentado sobre sus silobolsas, aprovechando la financiación que obtiene de los bancos nacionales a una tasa de interés negativa. Leer +