mpr21 Redacción
Zelensky se pasea por las cancillerías de sus padrinos para presentarles un “plan de la victoria” en el que nadie cree, por más imaginación que tenga. Antes su ejército abandonaba las posiciones a lo largo de la línea del frente porque habían agotado los arsenales; ahora porque a tropas desertan.
Los ucranianos no quieren combatir y fueron llevados a las trincheras por la fuerza. Se han producido más de 15.000 deserciones dentro del ejército desde principios de año.
La cifra aumenta al menor embiste ruso. Es casi cinco veces más que en 2022, fecha en la que comenzó la guerra entre los dos países. Las cifras que dan los tribunales ucranianos están rebajadas.
Hay varias razones para tantas deserciones. Por un lado, la falta de medios técnicos. Frente a Rusia, la OTAN está muy por detrás en este nivel. A ello se suma la desmoralización. El efecto de la invasión de Kursk ya ha pasado y el ejército solo es capaz de retroceder.
El pasado mes de septiembre ha sido el que mayores pérdidas territoriales ha supuesto para Ucrania desde el comienzo de la guerra.
Recientemente, un misil ruso tipo Iskander destruyó dos lanzadores del sistema antiaéreo Patriot. No es la primera vez que sucede. Este tipo de equipamiento es esencial para que Ucrania tenga alguna posibilidad de defensa frente a los misiles rusos.
“Sólo un milagro puede salvar a Ucrania en este momento”, ha dicho el antiguo general ucraniano Serguei Krivonos.
15.000 deserciones se han producido este año en el ejército ucraniano