Seguimos buscando y recopilando recomendaciones literarias para este largo confinamiento. Releer es una ocasión única para la reflexión, al igual que para detenerse más en lo que leemos descubriendo otros aspectos diferentes y complementarios. Una vez fuera la prisa y la urgencia, aparecen las frases sueltas, citas de libros que nos invitan a cuestionar o reafirmar lo que creemos.

A nivel personal, en la actualidad ando releyendo algunos volúmenes que leí hace tiempo atrás. En esta nueva lectura me he ido dado cuenta de lo poco que comprendí entonces. Mi experiencia posterior y mi capacidad de comprender han variado a lo largo de los años, y es ahora cuando sé que tengo las herramientas necesarias para entender aquellos textos que en el pasado solo leí de manera superficial.

Pero estas listas sirven también para recordar títulos que hemos escuchado en alguna ocasión y que ahora tenemos la oportunidad de recuperar quizás para leer más adelante.

Aquí puedes repasar las listas de la I y la II parte de esta nueva serie de #100lecturasafricanas. Vamos a por la III:

Ángela Nzambi (Escritora Mayimbo -Paseos-): “Uno de los libros que he releído varias veces y cuya lectura recomiendo en estos momentos es, África en auxilio de occidente de Anne-Cécile Robert. Porque después de esta crisis habrá que revisar, y repensar, entre otros, creencias y valores”.

Ebbaba Hameida (Periodista) Desplazar el centro de Ngugi wa Thiong´o: “En una entrevista al escritor en Radio3 decía lo siguiente: El globo tiene muchos centros y podemos verlo desde muchos centros. África es el centro del mundo, América es el centro del mundo, Europa es el centro del mundo. Todos por igual… Estos días no dejo de pensar en las reflexiones de este célebre escritor keniano. Vivimos una crisis que ha sacudido a todo el planeta y que nos sitúa ante un riesgo a todos por igual: no conoce de razas, ni de fronteras. Su libro Desplazar el centro nos ayuda a “Romper las fronteras mentales y desplazar los centros de poder para redistribuirlo y descomponer la hegemonía cultural”.

Eric Garcia Moral (Historiador) Rosalera de Tade Thompson: “A menudo la ciencia ficción retrata mejor el mundo en el que vivimos que otros géneros literarios. Este es el caso de Rosalera, una novela situada en Nigeria en 2066. Una mezcla de sustrato africano y occidental, una voz protagonista con la que empatizas desde el principio y un misterio incognoscible en el que se entrelazan no solo elementos futuristas, sino temas como la desesperación humana, la codicia y la corrupción política. Y más allá de todo esto, lo que me hace recomendar siempre este libro es la prosa ágil de Tade Thompson, un escritor joven con mucho camino por recorrer”.

Marina Mangado (Editora. 2709books): “La saga Aya de Yopougon, de Marguerite Abouet, ilustrada por Clément Oubrerie. Una manera de conocer el día a día de la gente de Yopougon, barrio de Abiyán, más allá de la imagen estereotipada de pobreza, guerra y conflictos. Las aventuras y desventuras de Aya y sus amigas son aire fresco”.

Alberto Mrteh (Traductor): “El mismo día que compré El rey de los genios un experto en literatura marroquí, Gonzalo Fernández Parrilla, me recomendó que leyera precisamente a su autor: Mohamed Zafzaf. Los relatos de esta antología giran en torno al hombre de la calle y a sus circunstancias. Le guardo un especial cariño al que da título a la publicación: El rey de los genios. Está ambientado en Sidi Shamharush, un rincón perdido en medio del Alto Atlas donde se mezcla la superstición, la desesperanza y la tragedia, un lugar al que uno siempre desea volver porque sabe que encontrará algo nuevo”.

Carlos Bajo (Wiriko) La revolución vertical de Ngugi wa Thiong´o: “Ngugi nos trae como aprendizaje de su relato, precisamente, la única fórmula que nos permitirá salir de la actual crisis y volver a imaginar una forma distinta de vivir en este mundo. El relato nos enseña que la única forma sostenible y con futuro de relacionarnos es crear comunidad y construir redes, poner el acento en las relaciones horizontales y descartar de una vez las relaciones jerárquicas. Él mismo nos empujaba a mirar al cuerpo humano como un sistema en el que todos los miembros tienen importancia, más allá de su papel”.

Lucía Mbomio (Periodista y escritora Hija del camino): La estación de la sombra de Leonora Miano: “Es una obra que rompe el discurso asimétrico sobre la trata transatlántica, puesto que, a diferencia de la mayor parte de la narrativa de la esclavitud, no parte de América sino de África y no explica las vivencias de aquellos a quienes raptaron sino las pesquisas, las dudas y la pena infinita de los que se quedaron. A medida que avanza el libro, aparecen otros subtemas interesantísimos que conectan con la actualidad.  La autora habla de lugares “nacidos del sufrimiento” y de la “obligación de vivir”. Estoicismo o cabezonería, según se mire, que dura hasta el presente en la infinidad de lugares en donde se extiende una sombra que, por desgracia, no solo cuenta con una estación”.

Borja Monreal (Escritor El sueño eterno de Kianda) Esperando el voto de las fieras de Ahmadou Kourouma: “Hay que releerlo porque es un autor que se lo merece en cualquier momento. Pero además es un momento idóneo porque analiza a través de encuentros con diversos sátrapas, las raíces del autoritarismo, de la cultura de la imposición. Y ahora mejor que nunca necesitamos vacunarnos contra el odio, contra la cesión de espacios de poder en aras de “la seguridad” y contra el gatillo fácil de esa tendencia que se está extendiendo con demasiada facilidad de la policía de los balcones…”

Ayomide Zuri (Afroféminas): “Yo recomiendo Bruja Akata de Nnedi Okorafor. Como hija de nigerianos criada en España me identifico mucho con esta novela y su autora. Trata los temas de la identidad y la pertenencia, pero además se mete de lleno en la magia y las creencias de mi ancestralidad. Es una magnífica novela de aventuras, misterio y fantasía, que recomiendo a cualquier adolescente afrodescendiente”.

Iñaki Makazaga (Periodista): “Para mí, Ébano de Kapuscinski fue la gran ventana al continente y la gran inyección de pasión por las historias pequeñas con las que se comprende el mundo… Lo leí en primero de carrera y fue una bomba… Aunque soy consciente de que está muy reeleído…”