#100lecturasafricanas: Tiempo de Releer, Repensar y Redescubrir (I)

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#100lecturasafricanas: Tiempo de Releer, Repensar y Redescubrir (I)

Releer-panel IHay quien amontona los libros leídos en cajas, otros los tienen dispersos por toda la casa. Algunos los mezclan en las estanterías con los que aún están sin leer. Apetece lo nuevo, pero en muchas ocasiones nos mueve más el volver. Regresar y sumergirse otra vez en las páginas de aquel libro que leímos con fruición y que nunca nos defrauda, al que sentimos como una mano que nos agarra y nos lleva a mundos lejanos, cercanos, inverosímiles o muy reales.

Siempre hay algún libro del que estamos convencidos no sacamos todo lo que nos ofrecía, o al que creemos eterno  porque pensamos que  nunca se logra descifrar todo su enigma. Siempre hay algún libro que  creemos que no entendimos bien porque no era el momento o que, simplemente, nos gustó tanto que volveríamos a leerlo una y otra vez. Releer, una manera profunda de repensar y redescubrir.

Estamos viviendo una época extraña, también algunos libros parece que nos alumbran o nos hablan de ella.

Hemos preguntado a un puñado de personas qué libro está, le gustaría o va a releer en esta cuarentena. He aquí las respuestas:

Alejandro de los Santos (Afribuku) Una librería en Árgel de Kaouther Adimi: “Volvería a leer esta magnífica novela de una joven autora que contrasta el amor por la literatura en dos épocas. El periodo colonial en los años 30 y la fundación de una librería en Argel, y ese mismo espacio redescubierto por un estudiante parisino en 2017”.

Arancha Mareca (Traductora) Segu de Maryse Condé: “Porque la leí hace años y me impresionó y me marcó mucho. Fue una puerta a África en un momento de descubrimientos para mí”.

Gonzalo Gómez (Mundo Negro) Asesinato entre las yucas de Bai T. Moore: “No me importaría releerlo. Aunque lo leí hace poco, pero es muy cortito y disfruté mucho con el ambiente”.

Landry Wilfrid Miampika (Profesor de la Universidad de Alcalá UAH): La carretera hambrienta de Ben Okri: “Esta novela  condensa la condición africana y humana en un momento de tensión como la actual a través de las vivencias de un niño-espíritu que encarna las frustraciones y los anhelos del ser humano en una confluencia de lo maravilloso, lo fantástico y lo real”.

Alejandra Guariños (Traductora) Teoría general del olvido de Jose Eduardo Agualusa: “Seguro que el confinamiento de la protagonista lo sentiríamos ahora de una forma bien distinta. Seríamos mucho más sensibles a sus altibajos anímicos y a su manera de percibir el entorno”.

Ángeles Jurado (África no es un país) Americanah de Chimamanda Ngozi Adichie: ”Cuando lo leí no me pareció nada del otro mundo y pensé, además, que le sobraban páginas, pero luego es el libro favorito de ella y después de haber leído toda su obra, quizás sea el momento de volver a leer con otra perspectiva y verlo de otra manera”.

Malika Embarek (Traductora. Premio Nacional de Traducción) Mil años, un día de Edmond Amram: “Es un autor que conocí, una persona magnífica, y que ya falleció, un judío de Marruecos, propalestino que se negó a que se publicara su obra en Israel. Aparte de su postura política, es un libro muy poético, un poco difícil también que cuenta  cómo los judíos se instalaron en Marruecos antes que los árabes”.

Javier Mantecón (Afribuku) El brujo del cuervo de Ngugi wa Thiong´o: “Es una historia tan bien construida que nos va acompañando con curiosidad y perplejidad a lo largo de sus páginas. La superstición, la codicia, la política y la humanidad se entremezclan en la ficticia república de Aburiria en la que Thiong´o juega a utilizar una especie de realismo mágico que podríamos más bien tildar de espejismo de realidad. Una novela que nos hace reír, reflexionar y al mismo tiempo aprender en numerosos niveles del entorno social que nos rodea”.

Pere Ortín (Director de la revista Altaïr) Crítica de la razón negra y Políticas de la enemistad de Achille Mbembe: “He releído estos días, estos dos de Mbembe al hilo de la `africanización´ del mundo que estamos viviendo con este maldito virus, llevo tiempo pensando en esa idea de Mbembe -que me fascina y me preocupa, según los días y el ánimo- del `devenir-negro del mundo´.

Federico Vivanco (Traductor y Editor “Ellas también cuentan”) Volver a casa de Yaa Gyasi: “Una de las razones es porque considero que es importante mantener la “memoria activa” de muchas atrocidades del pasado histórico africano y norteamericano”.

Ana Henríquez (Miembro de Africaye) Necesitamos nombres nuevos de Noviolet Bulawayo: “Leí esta novela hace un par de meses y me dejó muy buen sabor de boca. Se lee fácilmente, es muy entretenida y te traslada a una pandilla de amigos con sus complicidades y aventuras. Tres rasgos que estimo muy oportunos para una lectura de confinamiento”.

Estefanía Calcines (Jefa Mediateca de Casa África) Todo se desmorona de Chinua Achebe: “Por ser el gran referente de las letras africanas, una obra imprescindible de la literatura universal que hizo que occidente viese la colonización desde el otro lado. Nuestra situación actual nos hace aún conectar más. El libro nos habla de la dolorosa transformación de la sociedad nigeriana por la invasión colonial… primero con el mercadeo, luego la religión y finalmente … las armas, la dominación. Un ataque a las estructuras tradicionales, a sus costumbres, a su idiosincrasia”,

Ángela Rodríguez Perea (Afribuku) Todo se desmorona de Chinua Achebe; La aventura ambigua de Cheikh Hamidou Kane y La estación de la sombra de Léonora Miano: “No uno, sino tres libros para esta cuarentena, con la idea de someterlos a conversación entre ellos. Situados en varios momentos de la época colonial, son tres puntos de vista diferentes ante una catástrofe común: el derrumbamiento de un mundo, del orden precolonial. Pero, sobre todo, estas lecturas son un ejercicio de deber para cualquier occidental en estos instantes de conmoción, que pueden acercarnos un poco a la magnitud de lo que fue el hecho colonial”.

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