Fuente: Literafricas/sfqu 17 diciembre, 2018Libros de no-ficción que este año han puesto a las mujeres en el centro, desde África o desde aquí
Lo de etiquetar puede dejar fuera textos interesantes. Por eso sería un error no resaltar también el breve ensayo que Ama Ata Aidoo escribió en 1981, pero que no ha perdido un ápice de interés, y que se ha introducido en la nueva reedición de Nuestra hermana aguafiestas gracias a la editorial Cambalache y al empeño de Marta Sofía López.
Bajo el título “Colegas indeseadas y esclavas decorativas. Visiones sobre las mujeres como escritoras y personajes en la literatura africana contemporánea” además de dejarnos clara la preferencia de esta escritora por los títulos largos, nos expone el silencio que se produjo ante la publicación de su obra arriba mencionada sabiendo sus colegas y hermanos de sobras “que lo único importante es la recepción crítica de un libro, no necesariamente que reciba beneplácitos”. Aidoo afirma que cuando un crítico se niega a hablar de tu obra “es un acto de violencia. Te está deseando la muerte en tanto persona creativa”.
Hoy podemos hablar de estas 10 obras de no ficción que nos hablan de mujeres desde diferentes puntos de vista, desde diversos puntos espaciales e incluso desde autorías de ambos sexos y que nos abren más perspectivas para la reflexión y el conocimiento.
Sexo y mentiras. Leila Slimani. Traducción: Malika Embarek. Cabaret Voltaire
Antes que Canción Dulce, la celebrada novela con la que ganó el Goncourt veintinueve años después de que Tahar Ben Jelloun hiciera lo mismo, Leila Slimani escribió otra obra: Dans le jardin de l´ogre (Gallimard, 2014). Obra que fue acogida como la narración de la adicción sexual de “una mujer casi ninfómana”. Después de publicarla Slimani realizó una gira por Marruecos. Durante aquellas charlas, conferencias y encuentros con su público entabló conversación con muchas mujeres que le hablaron sobre su sexualidad, constatando que la mayoría tenían dificultad para saber siquiera qué palabras utilizar para hablar de ello. Tras sus vivencias, subyacía la dificultad de amar y tener una sexualidad satisfactoria para muchas mujeres musulmanas.
Hijas que son varones y esposos que son mujeres. Género y sexo en una sociedad africana. Ifi Amadiume. Bellaterra y Casa África
¿Puede una hija ser considerada como un hijo? ¿Y puede una mujer tomar a otra como esposa, cumpliendo abiertamente con todos los requisitos que la tradición matrimonial impone al novio? La respuesta es en ambos casos positiva, aunque contradiga lo que apunta el sentido común, que asocia de forma unívoca sexo y género, masculino con masculino y femenino con femenino. Amadiume, una antropóloga africana, estudió su propia cultura igbo. “En este estudio he analizado la ideología de género en los sistemas socioculturales de Nnobi durante tres períodos históricos. En la sociedad indígena, el principio de doble sexo que subyace a la organización social estaba arbitrado por un sistema de género flexible tanto en la cultura tradicional como en el idioma. El hecho de que el sexo biológico no siempre correspondiera con el género ideológico significaba que las mujeres podían desempeñar roles que generalmente monopolizaban los hombres, o ser clasificadas como hombres en términos de poder y autoridad sobre los demás. Como tales roles no estaban rígidamente masculinizados o feminizados, la ruptura de las reglas de género no estaba estigmatizada. Además, la presencia de una religión centrada en la diosa que abarcaba todo, favorecía la aceptación de las mujeres en los estatus y roles de autoridad y poder.”
Las mujeres de Guinea Ecuatorial. Una aproximación al género. Juan Riochí. Dywan Mayrit
En el presente trabajo-tal y como expone Juan Riochí- lo que se pretende es estudiar de una forma rigurosa la emigración guineoecuatoriana realizada solo por mujeres. El motivo por el que se las separa a la de los hombres, es porque presentan características muy diferentes que merecen ser estudiadas por separado. Primero, porque durante varias décadas estas mujeres han contribuido de forma activa en el sostenimiento de su comunidad desde la invisibilidad; y segundo, porque han sido parte activa en el desarrollo económico, político y social, tanto en el país de origen como el de destino.
Las mujeres guineanas fueron y siguen siendo los pilares en los que se asienta la emigración guineoecuatoriana. Desde el silencio y la invisibilidad, han estado trabajando de forma activa, con el solo y único objetivo de cumplir con su pueblo y su comunidad. Por tanto, conviene reconocer el papel que han desempeñado dentro de su comunidad, empoderarlas y dejarlas ocupar el espacio que les corresponde en esta sociedad androcéntrica y patriarcal.
Mujeres africanas. Más allá del tópico de la jovialidad. Remei Sipi. Wanafrica
“Las mujeres han encontrado en los mercados y en el comercio una de las formas de empoderamiento más eficaces”, escribe Remei Sipi. Desde 1952 existen, por ejemplo, las “tontines” (que adoptan diferentes nombres según el país) y que son asociaciones de asistencia y apoyo mutuo entre mujeres. Lo que ha permitido que un gran número de africanas goce de independencia económica.
En Mujeres africanas, la autora guineoecuatoriana Remei Sipi nos muestra otra imagen de las mujeres africanas trazando una cartografía feminista, analizando movimientos sociales originados por estas, dando nombres de escritoras del continente- excepto del norte- y describiendo las relaciones sociales y la economía popular a través de las “tontines”.
El himen y el hiyab. Por qué el mundo árabe necesita una revolución sexual. Mona Eltahawy. Traducción: María Porras Sánchez. Capitán Swing
En 2011 la activista y periodista egipcia Mona Eltahawy fue salvajemente golpeada, le rompieron un brazo, y agredida sexualmente en una calle de El Cairo por agentes antidisturbios. Lo anterior aparece en este libro en el que confiesa que no le ha sido fácil escribirlo.
Esta obra que nos habla de lucha y resistencia se une a la estela de mujeres árabes escritoras que antes que ella han levantado también la voz contra el patriarcado feroz que en esta ocasión dentro del mundo árabe se asienta y se mantiene por el estado, la calle y el hogar. Elthawy nos muestra que las mujeres árabes desde el estallido de las primaveras árabes han luchado por una doble revolución: contra los regímenes represivos y contra un sistema económico y político que reprime a las mujeres en Egipto, Libia, Túnez, Argelia entre otras naciones…
Pero hoy quiero destacar cómo se desnuda y cómo se nos muestra, al igual que hizo Nawal al Sadawi al narrar cómo sufrió la mutilación genital femenina con 7 años, cómo se expone a la crítica o el rechazo, siendo la voz de tantas otras que no pudieron hablar tras ser atrozmente ultrajadas y asesinadas.
Destacar la importancia de estas narrativas que Eltahawy rescata y de las cuales el libro está poblado:
“Un redactor con el que trabajé en una ocasión intentó disuadirme de lo personal: ‘¿A quién le importa lo que te sucedió a ti?’. Lo más subversivo que una mujer puede hacer es hablar de su vida como si de verdad importase.
Porque importa” (pág.129)
A la mujer y a la mula, vara dura. Las olvidadas del Marruecos profundo Hicham Houdaifa. Ediciones del Oriente y del Mediterráneo
Tal y como recogen en “El Asombrario”: “Son 120 páginas que nos muestran una realidad desconocida e incómoda descrita por un periodista comprometido con la verdad y la justicia, continuando la línea de un buen número de escritores marroquíes que huyen del exotismo, tan admirado por los occidentales, para mostrar la realidad de la pobreza, la discriminación, la violencia y/o la corrupción.
Un libro donde género y clase van al unísono, que habla por ejemplo de las obreras en las minas clandestinas de Mibladen, yacimientos abandonados “comiendo el sustento de cada día, esperando a la muerte”, donde los trabajadores pueden estar entre 10 y 15 días bajo tierra buscando minerales que revenden por precios míseros a comerciantes de Casablanca. Mujeres que continúan la labor de maridos incapacitados tras años de bajar a los pozos, donde jóvenes de ambos sexos empiezan a introducirse con apenas 14 o 15 años, bloqueados por el desarrollo de otras alternativas y propuestas que a nadie parece interesar.”
Ser mujer negra en España. Desirée Bela-Lobedde. Prólogo: Lucía Mbomío. Ediciones B
“Ser mujer negra en España’ habla de mis experiencias como mujer negra en España y lo he dividido en tres etapas: niñez, juventud y edad adulta. Es un compendio de memorias con algunos apuntes históricos o didácticos que ayudan a comprender todo y lo aterrizan en el sistema racista en el que vivimos. La idea es explicar un poco cómo hemos llegado adonde hemos llegado”, afirma la escritora en una entrevista para Pikara magazine.
Se autodenomina “activista estética” que es “Una forma de activismo que implica dar recursos a las mujeres negras para que aprendan a cuidar de su piel sin aclararla y de su pelo afro natural sin utilizar productos para alisarlo y transformarlo químicamente. Vivimos en una sociedad que marca unos cánones de belleza occidentales por los cuales, cuanto más clara la piel y liso el pelo, más aceptadas seremos. Eso se traduce en una presión y una violencia que ejercemos nosotras mismas sobre nuestros cuerpos, por una cuestión de asimilación. El activismo estético implica descolonizar también el cuerpo, no solo la mente.”
Viviendo en modo Afroféminas. Antoinette Torres Soler. Prólogo de Mercedes Jabardo y Shalini Eddens. La Tija
Se trata de un libro de vivencias y experiencias que muestran como Antoinette ha ido construyendo sus fuertes convicciones afrofeministas, que llevaron primero a la creación de Afroféminas y después, a una gestión de vida que intenta ser ejemplo para otras mujeres negras y para su hija.
El libro está prologado por la pensadora feminista Mercedes Jabardo y por la activista norteamericana Shalini Eddens.
Para cambiar el mundo, cambia tu forma de mirar. Minna Salami. Prólogo de Raquel Lainde. Traducción: María Rosales. Mapas Colectivos.
Este libro recoge la charla que Minna Salami, autora del blog Ms Afropolitan, ofreció en TEDx Brixton 2014 en la que destaca lo distantes que son los estereotipos de la realidad y cómo las representaciones de la mujer africana están saturadas de retratos unidimensionales que rara vez la muestra haciendo cosas mundanas: bebiéndose un té, haciendo manualidades, leyendo y, menos aún, dando y recibiendo amor.
Minna expone las imágenes establecidas de la feminidad africana y el esfuerzo tremendo que le supone no verse a través de esa mirada distorsionada.
“Mi libro desafía la producción del conocimiento y las ideas restrictivas sobre lo que es, estudiando conceptos que impactan en nuestra vida desde una perspectiva feminista y negra”, expone en entrevista para África no es un país