Fuente: https://www.afribuku.com/makena-diop-cine-africano/OLIVIER BARLET 1 ABRIL, 2021
Actor de cine y teatro, escenarista, cuentacuentos, el talentoso Oumar Makena Diop nos dejó el pasado 29 de marzo en Dakar. Hoy lo recordamos a través de esta entrevista realizada en los Encuentros de Cines del mundo de Ste-Jalle (Drôme, Francia) en julio de 2018, donde compartió recuerdos e impresiones sobre los cuentos, la profesión de actor, el exilio y la relación con la tierra natal.
El nombre Makena no es muy común, a diferencia de Diop, tan extendido en Senegal.
Sí, fue el poeta Birago Diop quien dijo aquello de: “¡Si todos los locos no son Diop, sí que todos los Diop son locos! “
Lo más interesante de su carrera es que tiende un puente entre el teatro, el cine y la narración. Su formación es teatral, fundó la Compagnie du Toucan y participó en la Compagnie du Negro théâtre, y actuó principalmente en el teatro hasta los años 80.
El teatro sigue siendo mi primera pasión. Una pasión que aún perdura. ¡Y que continuará hasta el final!
Si he querido remontarme a sus inicios, es porque usted también iba a los pueblos a recoger historias y participaba en talleres de teatro en el hospital psiquiátrico de Fann, donde aún ejercía el profesor Henri Colomb, cuyo trabajo ha sido recordado recientemente en la película de Boris Lachaise, Ce qu’il reste de la folie (Lo que queda de la locura). Ese antiguo médico militar practicó una especie de etnopsiquiatría antes de tiempo, dando un lugar importante a las terapias tradicionales (sobre todo al ndëpp) y a la familia, abriendo el hospital a los acompañantes.
Sí, se había creado una especie de pueblo contiguo con los acompañantes y las prácticas tradicionales, de modo que se practicaban ambas terapias. Yo estaba entonces en el Conservatorio, donde un profesor, Jean-Claude Sergent, trabajaba mucho en la psicoterapia de grupo. Todos los viernes íbamos a Fann, donde se practicaba el penk bajo el árbol a palabra: los enfermos se reunían con los médicos y les planteaban sus problemas. El jaraaf, un intermediario entre la profesión médica y los pacientes, y él mismo un paciente -un antiguo profesor que tenía periodos regulares de trastorno mental en su vida-, después de escuchar y traducir las quejas del paciente, concluía él mismo delante de toda la asamblea: “Me he preguntado… etc. “
Seguir leyendo Makena Diop : Los cuentos, el exilio y el cine