La necesidad de recrear el pasado a veces llega desde impulsos que poco tienen que ver con lo que imaginamos. De igual manera la narración de hechos históricos suele ser también, para sorpresa de muchos, el viaje que el propio escritor necesita emprender. Así lo confiesa el marfileño Gauz cuando expone cómo fue aprendiendo la historia de su propio país mientras investigaba y la vertía en papel en Camarada Papá.