
Editorial de la Unión Palestina de América Latina – UPAL
La Organización de las Naciones Unidas, creada supuestamente para defender el derecho de los pueblos a la autodeterminación, ha vuelto a demostrar su doble moral. Mientras proclama en sus discursos los principios de libertad, soberanía y dignidad de las naciones, en la práctica consiente —con su silencio cómplice— la ocupación ilegal del Sáhara Occidental por parte del Reino de Marruecos.
¿Con qué autoridad moral la ONU puede hablar de derechos humanos cuando niega a un pueblo entero su independencia? El pueblo saharaui lleva casi medio siglo esperando el cumplimiento de una promesa: el referendo de autodeterminación. Una consulta que la propia ONU aprobó, pero que nunca ha tenido el valor de exigirle a Marruecos que permita. En su lugar, las potencias occidentales, guiadas por intereses geoestratégicos y económicos, han blindado la ocupación con resoluciones ambiguas y discursos vacíos.
El caso del Sáhara Occidental se suma a una larga lista de causas traicionadas: Palestina, Yemen, Siria, Cuba, y tantas otras naciones sometidas al doble rasero del sistema internacional. Mientras unos pueblos son invadidos o bloqueados bajo el pretexto de la “democracia”, otros son abandonados para no incomodar a los poderosos.
El pueblo saharaui resiste con dignidad en el exilio, en los campamentos de Tinduf, y en su propia tierra ocupada, donde Marruecos impone represión y saqueo de recursos naturales. La ONU, al guardar silencio, se convierte en cómplice de ese crimen colonial.
Desde la Unión Palestina de América Latina (UPAL) denunciamos esta hipocresía global y reafirmamos nuestro compromiso con la independencia del Sáhara Occidental, con su pueblo y con su legítimo representante, el Frente Polisario. No puede haber justicia selectiva ni autodeterminación condicionada.
El derecho de los pueblos no se negocia ni se posterga: el Sáhara es y será del pueblo saharaui.
Unión Palestina de América Latina — UPAL
2 de noviembre de 2025