Fuente: El Diario/Carlos Hernández
El granadino Antonio Sierra pasó cuatro años en el campo de concentración nazi de Mauthausen
Mintió a los agentes de la Gestapo para proteger a su familia, que vivía en España: se quitó diez años de edad y facilitó una dirección de la ciudad de Granada en la que dijo vivir con sus padres
Su esposa e hijos le dieron por muerto y no supieron que había sobrevivido hasta 1962. Él también creía que su familia había fallecido durante la guerra

Carolina tenía 15 años cuando vio en televisión La lista de Schindler. A su lado se encontraba su abuela Carmen, que no tardó mucho tiempo en apartar los ojos de la pantalla: «No puedo con estas películas. Se me hace muy duro verlas porque mi padre… tu bisabuelo estuvo en uno de esos campos de concentración». Aquella frase se quedó grabada en la mente de aquella adolescente junto a las dantescas escenas en blanco y negro que contempló en el televisor. Carolina empezó a hacer preguntas, a leer libros y ver documentales. Años después decidió investigar a fondo la historia de su bisabuelo. Cuando empezó a dirigirse a diversos archivos nacionales e internacionales para recabar datos y documentos, jamás imaginó que lo que descubriría también le habría permitido a Steven Spielberg rodar un terrible y a la vez emocionante largometraje.