Fuente: https://www.eldiario.es/tribunaabierta/Anguita-va-mejor_6_1027907211.html
Jamás un silencio fue tan respetado en los barrios como el silencio de cuando salía Julio Anguita en la tele: uno de los nuestros hablaba, la persona más fuerte con el corazón más débil
Barro y jeringuillas en la tierra, hormigón y uralita en el cielo. Bares con botijos recubiertos de esparto y paletillas de jamón peladas. Señoras hablando en sillas de mimbre en los portales y niños jugando con pelotas peladas en las plazas. Puentes oscuros e insondables con yonkis y grafitis. Playas sucias y vacías. Excursiones mágicas y eternas a la ciudad para dar de comer a las palomas. Víctor Jara cantando de la forma más bonita que se pueden cantar los 5 minutos eternos de Amanda y Manuel en la radio. La foto del Che eternamente joven, temerario y orgulloso en la habitación. El ruido de las máquina de coser remiendos en las ventanas y el veneno amarillo para las ratas en la calle. Las cuestas y las vueltas del autobús. Las cenas sobre el brasero de los viernes, las películas del videoclub del sábado y las colas para comer pollo a l’ast del domingo.