Estaba nevando y las carreteras estaban vacías en un sábado temprano. El pavor era, ¿es realmente él? ¿Aceptará hablar?

Llegamos a su departamento y nos recibió un amigo que nos recogió. Se presenta con un atuendo elegante. Conoce a Ali Shallal al-Qaysi , el hombre bajo el capó de las fotos de tortura de la infame prisión de Abu Ghraib .

Me lleva a la cocina y susurra mientras nos preparamos para la entrevista televisiva en la otra habitación: algunos detalles son demasiado espantosos y dolorosos para contarlos. Se lo aseguro, es su historia y escucharé lo que tenga que contarnos. Lo que sigue en el próximo par de horas no es para los pusilánimes. Sus historias pintan un cuadro horrible de abuso inhumano, humillación, tortura y comportamiento sádico.

Entrevista de Al Jazeera TV a Ali Shallal 

“Estaba parado en la caja. Es tan fuerte que no se rompe. Ataron cables e iniciaron descargas eléctricas. Recuerdo morderme la lengua, mis ojos se sentían a punto de salirse. Empecé a sangrar por debajo de la máscara y me caí”, dice Ali.

A pesar de que su mano perdió completamente su función debido a la tortura, a Ali le gusta pintar en su tiempo libre. Su apartamento está lleno de lienzos. Uno se destaca: una capucha, un mono naranja y esposas con 151716 pintado, el número de prisionero de Ali. Él dice que escribieron «Big Fish» con un marcador en la frente, una práctica común de «marcar» a los prisioneros de alto perfil.

‘Un lugar de alto secreto’

Sin antecedentes penales, no podemos verificar que él sea el hombre bajo el capó. Pero con el testimonio de hace dos décadas, su mano deformada que le valió el apodo de “la garra”, sus fotos, casos judiciales y entrevistas con exfuncionarios de prisiones y abogados, está claro que Ali estuvo entre las víctimas de Abu Ghraib .

Ali estuvo recluido durante meses, entre 2003 y 2004, en la prisión. En un momento después de su tortura, dice, perdió la noción del tiempo durante semanas mientras lo dejaban en las tiendas de campaña donde tenían a los prisioneros.

Abu Ghraib fue temido desde la época de Saddam Hussein , quien construyó allí cámaras de tortura. Después de la invasión liderada por Estados Unidos en 2003, los contratistas estadounidenses construyeron más celdas equipadas con cerrojos.

Ahora degradado, el general Janis Karpinski era comandante de la prisión de Abu Ghraib cuando estalló el escándalo de abuso. Ella le dijo a Al Jazeera que no estaba al tanto de la tortura entre mayo y septiembre de 2003 cuando estaba a cargo de la prisión.

“Había un ala central que servía de cafetería. A la izquierda estaban los bloques de celdas 1A y B, 2A y B… ya la derecha, el último edificio que no resultó dañado en los ataques [aéreos]. Esto se convirtió en un lugar de alto secreto. El último bloque de celdas era donde Pappas [el coronel Thomas Pappas, que estaba a cargo de la unidad de inteligencia de la prisión de Abu Ghraib] tenía sus satélites y sus hombres estaban estacionados. Allí tenían una línea directa con [el secretario de Defensa Donald] Rumsfeld . Hicieron interrogatorios allí. Las hembras se mantuvieron en las instalaciones del aeropuerto. Puede haber habido algunos en Abu Ghraib”, dice Karpinski.

Mujeres ‘rehenes’

Ali brota cuando describe los gritos de las mujeres retenidas al otro lado de su bloque de celdas. “Las mujeres se pusieron en el sector a nuestra izquierda en el segundo piso. Oímos sus gritos. Los guardias solían hacer que un detenido masculino les sirviera la comida, pero con una condición, debe servirles la comida mientras está completamente desnudo. Todos estábamos desnudos por el camino. Solíamos escuchar sus gritos, había un tipo llamado Fredrik que solía hacerles daño”.

Ali se derrumbó en este punto, sollozando. “No pudimos ayudarlos, no pudimos hacer nada por ellos. Algunos de nosotros estábamos dándonos cabezazos contra la pared, no queremos que esto suceda una y otra vez. La ocupación es la peor forma de terrorismo, aplasta la dignidad de las personas y destruye países. No era fácil escuchar llorar a estas mujeres. No hicieron nada, los trajeron como rehenes. Cuando [los estadounidenses] llevan a cabo una redada contra un funcionario del antiguo régimen o un científico nuclear y no logran detener al hombre buscado, traen mujeres como rehenes.

“Los escuchamos llorar y gritar por lo que han estado pasando. He sido testigo de una escena horrible: un hombre violó a su esposa ante sus ojos”.

Los grupos de derechos humanos han documentado golpizas, sueño prolongado y depravación sensorial, y detenidos desnudos y torturados .

Ali Shallal al-Qaysi en su apartamento en Berlín, Alemania [Osama Bin Javaid/Al Jazeera]

‘Eran sádicos’

Las imágenes, tomadas y publicadas por un soldado estadounidense, conmocionaron al mundo con su pura brutalidad. Las fotografías más explícitas muestran desnudez, degradación, actos sexuales simulados y guardias estadounidenses posando con cadáveres en descomposición. Después de una protesta internacional, 11 soldados estadounidenses fueron condenados, pero otros fueron amonestados sin cargos.

“Abu Ghraib, Camp Bucca y otros lugares de tortura bajaron el nivel de cumplimiento de las Convenciones de Ginebra y otras obligaciones internacionales para tratar a los prisioneros con humanidad”, dice Letta Tayler de Human Rights Watch.

“Irónicamente, una de las muchas endebles justificaciones que hizo el presidente George W. Bush para invadir Irak fue que el líder iraquí Saddam Hussein ayudaría a los terroristas. Sin embargo, fue la invasión liderada por Estados Unidos la que creó un vacío de seguridad y alimentó las quejas que permitieron el surgimiento de al-Qaeda en Irak, que se transformó en ISIS [ISIL], lo que provocó aún más ciclos de violencia.

“Todos los presidentes estadounidenses desde George W. Bush , quien inició la guerra de Irak, se han negado a enjuiciar a ninguno de los arquitectos de los crímenes de guerra cometidos durante la guerra de Irak. Por ejemplo, ningún oficial de alto rango ha sido procesado por los horrores infligidos a los detenidos en Abu Ghraib, solo personal militar de rango inferior que en la mayoría de los casos recibió sentencias insignificantes. La mayoría de los civiles nunca recibieron financiación u otras compensaciones por muertes, lesiones o daños a la propiedad por parte de las fuerzas estadounidenses, y mucho menos disculpas”.

Ali dice que las imágenes solo reflejan una fracción del abuso que tuvo lugar después de la invasión.

“La prisión de Abu Ghraib fue uno de los otros 75 sitios utilizados como centros de detención con estas violaciones. ¿Qué clase de ser humano puede hacer tales cosas? Obligar a las personas a estar desnudas, humilladas sexualmente, insertando palos de madera rotos en partes sensibles hasta que sangren, descargas eléctricas en los genitales. Recuerdo a un hombre… murió ante nuestros ojos mientras lo torturaban. Eran sádicos”.

Cuando le preguntamos acerca de las infames fotos de perros, Ali responde: «Fui humillado, fui mutilado por un perro aquí mismo», señalando una cicatriz de mordedura en su cuello. “Estaba desnudo en la celda. Sabes que no había cama. Querían hacernos daño al traer al perro a la celda”.

Ali dice que ha dedicado su vida a buscar justicia de los arquitectos del abuso. Su abogado, Andreas Schüller, trabaja para el Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR).

“Es un caso muy claro de tortura en prisión bajo la ocupación militar de los EE. UU., pero por otro lado también se puede mostrar la cadena de mando en la creación del sistema penitenciario, el maltrato de los prisioneros en Irak por parte del ejército de los EE. UU. . Y todo depende de Donald Rumsfeld”, dice Schüller.

Los abogados de Ali dicen que las autoridades alemanas deberían haber hecho mucho más desde que se presentó el caso en 2015. El ECCHR solicitó al fiscal que obtuviera pruebas y tomara testimonios de sobrevivientes y expertos. Schüller dice que los fiscales federales alemanes no han seguido el caso de Ali como lo hicieron con los anteriores.

“Hay razones políticas para no hacer eso, ir contra un aliado contra Estados Unidos. Incluso 20 años después de la invasión de Irak , es un tema constante. Lo vio en 2003 con la invasión de Irak liderada por Estados Unidos y el Reino Unido y ahora lo ve con Rusia en Ucrania. Y mientras no sea castigado, el riesgo es que lo volvamos a ver en diferentes constelaciones”, dice Schüller.

De vuelta en el departamento de Ali, le pregunté: «¿Por qué te llamaron la garra en Abu Ghraib?»

“Esto sucedió cuando me colgaron en la pared. Debido al peso de mi cuerpo, la esposa me perforaba la mano. La herida estaba casi podrida”, dice.

Entonces, ¿fueron los ahorcamientos y las electrocuciones lo peor de la tortura?

“Otra forma de tortura era la música. Es peor que la tortura física. Te obligan a acostarte boca abajo en el suelo, todo amarrado. Y traen grandes parlantes que golpean con un ruido insoportablemente alto colocados a ambos lados de la cabeza. Recuerdo la canción que tocaron llamada Babylon, Babylon, incluso cuando apagaron los parlantes, seguía sonando en mis oídos”.

La terrible experiencia de Ali terminó cuando lo llevaron en un camión y lo liberaron en una carretera lejos de Abu Ghraib con docenas de otros prisioneros. Nunca fue acusado de ningún delito.

Mientras espera justicia, Ali se niega a que el mundo olvide su historia. Dice que su peor pesadilla es que la gente no se acuerde y le vuelva a pasar a otros en otra guerra.

Aunque su abogado no tiene esperanzas de que Ali vea justicia en su vida , está decidido a continuar.

“Creo que incluso después de 1000 años, nuestros bisnietos recibirán nuestros derechos. El mundo está cambiando y las personas que fueron torturadas en Vietnam y otros lugares están obteniendo sus derechos… Incluso aquellos que fueron torturados por los nazis o por Stalin, Hitler y otros, ahora están obteniendo sus derechos”, dice Ali.

*

Nota para los lectores: haga clic en los botones de compartir de arriba. Síguenos en Instagram y Twitter y suscríbete a nuestro Canal de Telegram. Siéntase libre de volver a publicar y compartir ampliamente los artículos de Global Research.

Imagen destacada: esta foto de un folleto de SBS TV recibida el 15 de febrero de 2006 muestra a un prisionero encapuchado supuestamente torturado en la notoria cárcel de Abu Ghraib de Irak supuestamente durante el interrogatorio de soldados estadounidenses en Bagdad en 2004. El 15 de febrero, la emisora ​​pública australiana SBS publicó un puñado de lo que dijo que eran fotografías inéditas del abuso de prisioneros en la notoria cárcel de Abu Ghraib en Irak por parte de soldados estadounidenses. RESTRINGIDO A USO EDITORIAL AFP FOTO/HO/SBS DATELINE