Fueron deportadas al menos 33 personas desde Gran Canaria (supervivientes de pateras que habían arribado a las costas Canarias en las semanas anteriores). Junto a ellas se expulsó a un número de desconocido de compatriotas desde la Península: unos pocos que habían sido encerrados en alguno de los CIEs de la Península en las semanas anteriores, y un número indeterminado que podrían haber sido deportados sin internamiento previo en un CIE, sino tras una detención de menos e 72 horas en comisaría («deportación extrés»).

El Ministerio del Interior mantiene una política de opacidad en todo lo que se refiere a las deportaciones, negándose a ofrecer información sobre los contratos, protocolos o personas afectadas por estos dispositivos, y por ello se ha negado a responder a preguntas relacionadas con estos dos vuelos o futuros vuelos de deportación a Senegal que se puedan producir. Sin embargo, no se puede negar la evidencia, y los testimonios de personas que fueron deportadas en estos vuelas demuestran que estos han tenido lugar. Del mismo modo, el hecho de que el número de senegaleses internados en los CIEs, tanto en Canarias como en la Península, haya aumentado desde el mes de enero, nos hace sospechar que este tipo de vuelos macro de deportación pueden repetirse en las próximas semanas o meses.

El Ministerio del Interior no había dejado de deportar a Senegal desde que reanudó las deportaciones tras el confinamciento (otoño de 2020), pero lo había hecho en vuelos comerciales (1-2 personas en un vuelo regular). No había logrado reanudar los vuelos macro de deportación; ver aquí información sobre el dispositivo macro de febrero-marzo 2021, que, por razones que no llegaron a concocerse, no llegó a producirse. Que se hayan reanudado ahora es un cambio cualitativo relevante y muy preocupante.

Seguiremos atentamente la evolución de las deportaciones a Senegal a partir de este momento, así como las informaciones o indicios de reanudación de vuelos macro a otros destinos africanos que nos puedan llegar.

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Esta información no tiene por objetivo atemorizar a la población, sino al contrario, aportar información a todos los vecinos y vecinas para que puedan actuar y organizarse colectivamente. Por ejemplo, denunciando intensamente las redadas policiales de las que sean testigos (pues suelen producirse en el espacio público y en los medios de transporte) o teniendo cuidado con las citas a comisaría (acompañándose siempre que sea posible por un abogado, y en todo caso informando a alguna persona conocida de la misma, ya que se han producido casos de detención para una deportación exprés tras acercarse a un llamado o a una cita programada). También, intensificando la campaña a las compañías que realizan las deportaciones en vuelos macro (antes operados por Air Europa, en la actualidad Air Nostrum y Evelop -aerolínea de Ávoris, la división de viajes del Grupo Barceló-), por vía marítima (Transmediterránea, Balearia y Algérie Ferrie) o en líneas comerciales regulares (por ejemplo, en vuelos de Air Maroc a Marruecos). Por último, desplegando redes de cuidado entre las vecinas y vecinos o difundiendo este mensaje en las redes sociales.