El editor del medio de noticias Haaretz ha sido criticado por el gobierno israelí después de referirse a los «luchadores por la libertad» palestinos durante un discurso en Londres.
Amos Schocken hablaba en una conferencia en Londres el domingo cuando hizo los comentarios, que provocaron pedidos de los ministros del gobierno para tomar medidas enérgicas contra las actividades del medio.
«Al gobierno de Netanyahu no le importa imponer un cruel régimen de apartheid a la población palestina», dijo a los asistentes.
«Esto descarta los costos que ambas partes deben asumir para defender los asentamientos mientras luchan contra los luchadores por la libertad palestinos, a quienes Israel llama terroristas».
Tras las protestas, Schocken aclaró sus comentarios para indicar que no consideraba que Hamás fuera un grupo de «luchadores por la libertad» y enfatizó que apoyaba a los luchadores por la libertad que no usaban el «terrorismo».
Sin embargo, el ministro de Comunicaciones de Israel, Shlomo Karhi, presentó el jueves una propuesta pidiendo una serie de restricciones gubernamentales a Haaretz como resultado de los comentarios de Schocken.
Entre las nuevas propuestas emitidas por la oficina de Karhi está que el gobierno: «no firmará nuevos contratos con Haaretz, incluidas suscripciones individuales para empleados estatales, ni renovará ningún contrato existente; todos los acuerdos actuales con Haaretz, incluidas las suscripciones personales, serán cancelados cuando sea legalmente posible».
También se indica que la Oficina de Publicidad del Gobierno debe: «Ordenar a Haaretz que cese todos los anuncios, incluidos los avisos reglamentarios, independientemente del estado de pago, y solicitar el reembolso de los pagos existentes. No se colocarán más anuncios en la publicación».
La propuesta es idéntica a una emitida por Karhi en noviembre de 2023, cuando acusó al medio de socavar los esfuerzos de guerra de Israel en Gaza.
El ministro de Justicia, Yariv Levin, también envió el jueves una carta al fiscal general Gali Baharav-Miar solicitando poderes para restringir las operaciones de Haaretz.
«Le solicito que me proporcione urgentemente un proyecto de ley que estipule que las acciones de ciudadanos israelíes para promover o alentar sanciones internacionales contra Israel, sus líderes, fuerzas de seguridad y ciudadanos constituirán un delito penal punible con diez años de prisión», escribió.
«Solicito además que tal delito durante tiempo de guerra se considere una circunstancia agravante, permitiendo que la pena se duplique.»
También citó comentarios de Schocken en su discurso donde pidió que se impongan sanciones contra funcionarios del gobierno israelí.
«Los llamamientos a la imposición de sanciones contra Israel… constituyen una grave violación del deber fundamental de lealtad de un ciudadano hacia su país. Tales acciones promueven una línea de acción destinada a privar a Israel de su derecho a la legítima defensa», escribió Levin.
Haaretz, un medio de comunicación de tendencia izquierdista que ha sido muy crítico del gobierno de Netanyahu y ofrece espacio para opiniones pro palestinas, ha enfrentado reiterados pedidos de censura por parte de políticos de derecha.
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