Estimado Kemal Okuyan, secretario general del Partido Comunista de Türkiye, Queridos camaradas, hermanos y hermanas:

Les transmito los más cordiales saludos en nombre del Partido Comunista de Cuba y los más sinceros deseos de que este XXIII Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros sea un éxito en términos de articulación, coordinación y trabajo efectivo de nuestros partidos.

Ha pasado un año desde la última reunión en La Habana y la situación que enfrentan las grandes mayorías que representamos y defendemos no ha mejorado. Al contrario, está empeorando cada vez más.

El panorama es desalentador. El mundo se enfrenta a una crisis multidimensional. Los desequilibrios cíclicos en el comercio y las finanzas, el intercambio desigual abusivo, la brecha científica y tecnológica, los efectos del cambio climático y el agotamiento y destrucción progresiva de los recursos naturales siguen cobrando las mismas víctimas.

El orden económico internacional injusto e insostenible perpetúa las condiciones de privilegio de los países desarrollados y relega a la mayoría de la humanidad a condiciones de subdesarrollo.

El fascismo, la xenofobia, los discursos de odio, la exclusión, la violencia y las guerras son la respuesta de los poderosos para paliar esta crisis global y multidimensional que ha provocado la codicia capitalista.

Estados Unidos, con una sociedad en profunda crisis, acentuada por el impacto social de la pandemia, y con un peligroso auge de las ideas xenófobas, racistas y fascistas, intenta frenar el declive de su hegemonía global.

Sigue eligiendo las amenazas y el aventurerismo bélico como sus instrumentos. El peligro se extiende desde el Atlántico hasta el Pacífico. Nunca antes la paz mundial se había visto tan amenazada.

Hoy, en el Oriente Medio, la escalada de violencia del régimen genocida israelí contra el pueblo palestino parece estar fuera de control.

Reiteramos nuestro firme rechazo al bombardeo indiscriminado de la población de Gaza, a la destrucción de viviendas, hospitales e infraestructura civil, así como a la privación de servicios de agua, electricidad, combustible y alimentación a la población de ese territorio, todo lo cual constituye una grave violación del derecho internacional humanitario.

La impunidad con la que actúa el régimen israelí sólo puede explicarse por su plena dependencia del apoyo del Gobierno de Estados Unidos y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Denunciamos la complicidad histórica de Estados Unidos con el gobierno de Israel, obstruyendo permanentemente la acción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y socavando la paz y la estabilidad en el Medio Oriente.

El Partido Comunista de Cuba reitera su firme posición de apoyo a una solución integral, justa y duradera del conflicto israelo-palestino, basada en la creación de dos Estados que permitan al pueblo palestino ejercer su derecho a la libre determinación y tener un Estado independiente y soberano dentro de las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Este como su capital.

En este sentido, hacemos un llamamiento a esta reunión internacional de partidos comunistas y obreros para que aumente constantemente la solidaridad con Palestina hasta que este pueblo hermano logre la plena autodeterminación. Hermanos y hermanas palestinos, estamos con ustedes en estos tiempos difíciles. ¡Palestina, libre ya!

Queridos camaradas, hermanos y hermanas todos:

La región de América Latina y el Caribe atraviesa un momento de importantes transformaciones políticas, que constituyen una clara oportunidad para avanzar en una dirección emancipadora, latinoamericanista y unitaria, frente al renovado esfuerzo del imperialismo norteamericano, secundado por la oligarquía fascista latinoamericana, por profundizar la doctrina Monroe, la división, la dependencia y la dominación.

Cuba enfrenta hoy una situación económica compleja, debido principalmente al recrudecimiento sin precedentes del bloqueo económico, comercial y financiero que los Estados Unidos aplican a mi país desde hace casi 65 años, y que constituye el principal obstáculo para nuestro desarrollo.

El anterior gobierno de Estados Unidos, encabezado por el fascista Donald Trump, aplicó 243 medidas, muchas de ellas ejecutadas de manera oportunista y criminal durante la pandemia de la Covid-19, para asfixiar económicamente a Cuba y borrar el ejemplo que representa nuestro pequeño país para las causas más justas de nuestro continente y de la humanidad en general.

La actual administración del presidente Joe Biden, siguiendo esta misma estrategia, ha mantenido intactas cada una de estas medidas.

Particularmente cruel e injusta ha sido la inclusión de Cuba en la espuria lista de «países patrocinadores del terrorismo», que tiene un propósito intimidatorio y disuasorio desde el punto de vista bancario y financiero.

A pesar de todo esto, Cuba sigue resistiendo de manera creativa, como nos ha guiado nuestro primer secretario del comité central de nuestro partido, el compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez, apostando al desarrollo, para lo cual existe una estrategia económica y social bien definida.

Desde su VIII Congreso, nuestro Partido Comunista ha definido como prioridades la batalla económica, la lucha por la paz y la unidad, y la firmeza ideológica.

La tarea permanente de la organización de nuestro partido sigue siendo la unidad. El partido tiene la misión de mantener la unidad y el consenso social, todo lo cual nos ha permitido enfrentar la intención imperialista de dividirnos y derrotarnos.

Gracias a la perseverancia del líder histórico de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y a la base profundamente martiana de la revolución, los cubanos hemos entendido claramente que la unidad es nuestra arma estratégica.

Como lo hemos hecho dentro de nuestro país, aspiramos a establecer un escenario de acción colectiva que consolide la unidad del movimiento comunista y obrero internacional y nos permita contribuir efectivamente a la lucha por un mundo de paz y justicia social, con el socialismo en el horizonte, sin perder de vista los contextos históricos y las particularidades de cada uno de nuestros países.

Respetemos las diferentes formas de organización de la lucha de clases que cada país y cada partido ha definido, según su realidad concreta.

Aprendamos de las experiencias de las historias de resistencia. Apostemos por el consenso, la articulación y la construcción colectiva.

Saludamos y apoyamos las experiencias en la construcción del socialismo de los partidos comunistas de China y Vietnam, así como del Partido Popular Revolucionario de Laos y el Partido del Trabajo de Corea.

Las experiencias exitosas de los partidos comunistas de China y Vietnam en la construcción del socialismo son una referencia importante para todas nuestras organizaciones obreras y comunistas.

Apoyamos el principio de una sola China y reiteramos nuestro apoyo a las iniciativas del secretario general del Partido Comunista de China, el camarada Xi Jinping, para el desarrollo global, la seguridad y la civilización.

Expresamos nuestra más enérgica solidaridad con el Partido Socialista Unido de Venezuela y en especial con la revolución bolivariana, liderada por la unión cívico-militar encabezada por el Presidente Nicolás Maduro Moros.

Felicitamos al hermano gobierno venezolano por la exitosa conducción del diálogo que culminó con la firma de acuerdos y el levantamiento parcial y limitado de las medidas coercitivas aplicadas por el gobierno de los Estados Unidos.

Reiteramos nuestro apoyo a las fuerzas progresistas que hoy lideran gobiernos en América Latina y el Caribe, especialmente en Brasil, México, Colombia, Nicaragua, Honduras y Bolivia, que también enfrentan ataques de los despiadados fascistas de los movimientos de extrema derecha en sus países, con la complicidad de Estados Unidos.

El Partido Comunista de Cuba reitera su firme oposición a la política occidental de sanciones contra la Federación Rusa y a la expansión de la OTAN hacia las fronteras de este país, que ha sido la causa principal de la guerra que hoy se libra en el continente europeo.

Apoyamos al Partido Comunista de la Federación de Rusia en su lucha contra el fascismo. En esta reunión se debería aprobar una resolución sobre esta importante cuestión.

Rechazamos las medidas coercitivas unilaterales impuestas a los países en desarrollo, cuyos pueblos sufren los efectos negativos de estas medidas. Apoyamos el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Reconocemos y exigimos el derecho de todos los pueblos en la lucha por defender y construir un futuro inclusivo, emancipador y socialmente justo.

Queridos camaradas, hermanos y hermanas todos:

La división y el sectarismo favorecerán siempre los intereses de las fuerzas que representan al capital financiero internacional, a la contrarrevolución, al imperialismo y, más recientemente, al fascismo, que está cobrando una fuerza inusitada en muchas de nuestras sociedades, especialmente en Europa y América Latina.

Sin articular adecuadamente el trabajo de las fuerzas comunistas dentro de los movimientos sociales, revolucionarios y populares que se oponen a la dominación imperialista, no podremos enfrentar los colosales desafíos que hoy impone el capitalismo. Debemos promover acciones que incluyan a diversos sectores de la sociedad como trabajadores, estudiantes, jóvenes, campesinos, mujeres y minorías excluidas, cada vez más diversas en su composición y heterogéneas en sus necesidades y demandas. Solo con el esfuerzo y el trabajo de todos, podremos lograr una verdadera transformación y victoria revolucionaria.

Los objetivos fundacionales del Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros han estado encaminados a generar un espacio de reflexión, intercambio y colaboración; para el acuerdo de posiciones y acciones comunes; y por la solidaridad internacional. Para lograrlo, debemos desarrollar relaciones de confianza y colaboración, respetando las diferencias y fortaleciendo lo que nos une.

Para ello, siempre se puede contar con el Partido Comunista de Cuba.