Fuente: https://www.rumboagaza.org/https://www.middleeastmonitor.com/20181227-tested-in-gaza-how-europe-uses-israeli-war-technology-against-refugees/ 28.03.19
Probado en Gaza: Cómo Europa usa la tecnología de guerra
La industria del control de fronteras está floreciendo, tanto en Estados Unidos como en Europa. En ambos casos Israel está cumpliendo la tarea de modelo de rol y suministrador de tecnología.
Aunque Europa en particular presiona a Israel, solo de boquilla, para que haga un uso proporcionado de la fuerza contra los palestinos y para que alivie el bloqueo de Gaza -que dura ya más de once años- al mismo tiempo se constituye como uno de los principales mercados de la tecnología de guerra y seguridad israelí.
Esto debería causar algo más que meras acusaciones de duplicidad europea. La tecnología israelí está invadiendo en el momento presente las fronteras europeas con el consentimiento, cuando no el total entusiasmo, de gobiernos y dirigentes de extrema derecha que emergen en la actualidad. Si esta tendencia continúa, Europa se encontrará pronto aplicando mecanismos israelíes de control total de fronteras –por muy inhumanos y brutales que sean- a los desesperados migrantes y refugiados, con frecuencia procedentes de países inmersos en guerras instigadas por occidente, que buscan mejorar sus vidas en el continente.
Una reciente conferencia celebrada los días 9-10 de diciembre en Marruecos fue la plataforma del doble lenguaje e hipocresía occidentales.
150 naciones firmaron el acuerdo “Pacto Mundial sobre Migración” (GCM), que demandaba la implementación de políticas más humanas par asegurar una “migración segura, ordenada y regular”.
Muchas naciones, especialmente en Europa, enmascaran sus políticas anti-refugiados bajo la máscara de preocuparse por la “seguridad” de los refugiados. Éste es un eslogan especialmente popular en la extrema derecha europea. Aun así, algunos gobiernos todavía pusieron objeciones a los términos del acuerdo. Tal es el caso de Israel, Estados Unidos, Bélgica, Hungría e Italia entre otros.
Pero ¿qué puntos de desacuerdo encontraron estos gobiernos en cuanto al respeto a los derechos humanos básicos y a la dignidad de los refugiados y migrantes?
“Tenemos la obligación de proteger nuestras fronteras contra personas que se infiltran ilegalmente”, dijo el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu en una reciente declaración a la prensa. “Eso es lo que hemos hecho, y eso es lo que continuaremos haciendo”, añadió, según se informa en el Times de Israel.
Es de dominio público que Israel es un estado que practica la discriminación contra la población indígena de Palestina, apoyados en razones de raza y religión. En años recientes, un flujo de migrantes africanos, que intentaban buscar asilo en Israel a través de la frontera del Sinaí, ha añadido un nuevo componente al racismo israelí, está vez basado puramente en el color de la piel.
El pasado marzo el Jefe Rabbi Sefardita de Israel les llamó a los negros “monos”, usando el equivalente hebreo de la palabra durante su sermón semanal. Netanyahu, junto con otros dirigentes israelíes, se ha unido a la diatriba racista en muchas ocasiones. “La “inundación” de migrantes de Africa es “mucho peor” que actos de terrorismo emanantes del Sinaí”, dijo.
Este discurso racista encuentra cada vez más acogida entre la extrema derecha europea. No es sorprendente, por lo tanto, encontrar que Salvini, la estrella emergente de lo que puede considerarse el movimiento neo-fascista italiano, sea un invitado bienvenido en Israel.
En su primera visita a Tel Aviv en marzo de 2016, donde intentó lavar su reputación de racismo y anti-semitismo –que ha estado históricamente asociado con la extrema derecha de Italia- Salvini elogió a Israel como “el equilibrio perfecto de realidades diferentes, al tiempo que asegura la ley y el orden. Es con seguridad un modelo de rol para políticas de seguridad y anti-terrorismo”.
Las peripecias políticas de Salvini han cambiado desde entonces, ya que desde junio de 2018 se convirtió en el nuevo Ministro del Interior de Italia y, seguramente, en el político más poderoso de ese país.
Así, cuando regresó a Israel en una reciente visita, su “amistad” y afinidad con Netanyahu fue una fuente de orgullo para ambos.
Su viaje a Israel los días 11 y 12 de diciembre tuvo lugar justo después de la conferencia de Marrakech, donde ambos países también unieron sus esfuerzos para combatir políticas que promueven una migración “segura” y digna.
Por supuesto, ni Salvini ni Netanyahu tuvieron mucho interés en discutir las verdaderas causas de las crisis de refugiados y migrantes –y ¿por qué deberían hacerlo, teniendo en cuenta que ambos países han estado invariablemente implicados en la generación de estas crisis, para empezar?
Aún así, ambos tenían mucho que discutir.
Italia es uno de los varios países europeos intensamente interesados en la seguridad de las fronteras de Israel, que está incrementando sus propias estrategias de fronteras militarizadas vigentes desde hace años.
La Agencia Europea de Protección de Costas y Fronteras (FRONTEX) ha estado en la vanguardia del empleo de tecnología militar para propósitos civiles, a pesar de las implicaciones obvias de tal política en la erosión de las libertades civiles y de los derechos humanos fundamentales.
Desgraciadamente, el debate europeo sobre el tema se ha decantado a favor de los entusiastas de la “seguridad”. Tan solo hace unos años, la discusión sobre la posibilidad de usar drones para controlar las rutas de refugiados y migrantes era central en los medios de comunicación y círculos políticos europeos. Al mismo tiempo, muchos argumentaban que tal uso de la tecnología podría infringir derechos fundamentales tales como el derecho a la privacidad, el derecho a la búsqueda de asilo –protegido por la legislación internacional-, libertad de movimientos, y otros.
Ahora, el despliegue de drones militares es algo admitido, ya que el discurso de la seguridad nacional ha prevalecido como una prioridad máxima en las mentes de la gente, gracias a unas políticas basadas en dividir e infundir temor.
Ningún otro país está tan versado en la manipulación del término “seguridad” como Israel, que ahora se dedica a explotar el marco mental europeo obsesionado por la seguridad al objeto de poder ampliar el alcance de su mercado militar.
Según el Ynet News israelí, Israel es el séptimo exportador de armas más grande del mundo, y está emergiendo como líder en la exportación global de drones aéreos.
De hecho, la “compañía de electrónica de defensa nacional” israelí, Elbit Systems Ltd., se describe a si misma como “una autoridad prominente en el campo de equipamientos aeronáuticos y aerotransportados”. Europa, como antes Estados Unidos, da crédito a las credenciales de la compañía, ya que recientemente ha contratado los servicios del Elbit por un precio de 68 millones de dólares.
Según el reciente contrato, Elbit suministrará servicios de patrulla mediante sistemas de aviación no tripulada (UAS) –operando mediante patrulla marítima con Hermes 900- para la Agencia Europea de Seguridad Marítima que, a su vez, pondrá la nueva tecnología a disposición de los miembros de la Unión Europea.
Israel está muy interesado en incrementar su participación en el floreciente negocio del “control global de fronteras”, que está expandiéndose más allá de toda expectativa.
En 2009, la participación total del mercado global del negocio de la seguridad en el control de fronteras se estimaba en una cifra entre seis y ocho mil millones de euros. Está cifra, sin embargo, es probable que se incremente considerablemente, alcanzando los 50 mil millones de euros en 2022.
Es irónico –y muy significativo- que las compañías responsables de la mayor parte del mercado de armamentos en Oriente Medio, sean las mismas compañías que están teniendo unas ganancias masivas gracias al desarrollo de las tecnologías necesarias para detener el flujo de refugiados causado por la guerra.
Al tiempo que estas compañías colaboran en la destrucción sistemática de países enteros del Oriente Medio, las mismas contribuyen a generar la noción cada vez más popular de proteger a la “Europa fortaleza”.
No es sorprendente que Israel se encuentre a la cabeza de este alarmante fenómeno.
Israel, sin embargo, tiene una ventaja sobre sus competidores. La marca israelí es particularmente famosa porque su tecnología está “probada en combate”. En efecto, la milicia israelí ha tenido abundantes oportunidades de verificar sus diversos alijos de armamento y sistemas de seguridad usándolos contra los civiles palestinos.
Por ejemplo, FRONTEX seleccionó el Sistema de Aviación por Control Remoto (RPAS) “Airbus marítimo Heron” para misiones de seguridad de guardia costera diurna, mantenimiento y demás. Esta tecnología la usó también el gobierno griego en el pasado reciente para llevar a cabo misiones de patrulla marina y guardia costera en el Egeo para controlar rutas marítimas de migrantes y refugiados.
Pero esta tecnología israelí cada vez más conocida se ha usado con anterioridad, específicamente en dos de los bombardeos masivos israelíes sobre la bloqueada Franja de Gaza en 2008-9 y, de nuevo, en 2014. Miles de palestinos, en su mayoría civiles, perecieron en estas dos operaciones brutales, denominadas “Operación Plomo Fundido” y “Operación Margen Protector”. El número de víctimas incluye más de 700 niños.
Tecnologías similares, en su mayoría suministradas por Elbit Systems, se despliegan ahora en las fronteras del sur de Europa. Los Hermes 450 y Hermes 900, usados sin piedad en Gaza, son las herramientas principales con las que Europa está respondiendo a la crisis de refugiados. Un artículo publicado en Defense News.com, titulado “El Ejército Israelí elogia los UAV de Elbit en Gaza” detallando el éxito que tuvieron estas armas en su uso contra la población palestina de la Franja, se retiró poco después de su aparición. Sin embargo, hay aún una versión disponible de este artículo en ISM (International Solidarity Movement) Italia.
Lo que está haciendo posible esta cooperación y el fortalecimiento de Israel en su nuevo papel de protector de Europa es la armonía que existe entre el discurso político pro-Israel de extrema derecha y los movimientos populares de extrema derecha que están surgiendo como una plaga en Europa.
Aunque la nueva atmósfera política no presagia nada bueno para el futuro de Europa, es una realidad que a Israel le viene muy bien, no solo porque concuerda con su agenda anti-migrantes y anti-musulmana, sino también porque constituye una oportunidad espléndida para la expansión de su mercado de armas “probadas en combate”.
*Artículo de Ramzy Baroud, fuente https://www.middleeastmonitor.com/20181227-tested-in-gaza-how-europe-uses-israeli-war-technology-against-refugees/