Feminismo y marxismo: en la obra de Isabel Larguía y John Dumoulin

Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/feminismo-y-marxismo-en-la-obra-de-isabel-larguia-y-john-dumoulin                                      Omar Acha                                                                                                                29/12/2019

El historiador Omar Acha presentó -junto a Gina Vargas, Juan Carlos Volnovich y Elizabeth Jelin – el libro de Mabel Bellucci y Emmanuel Theumer «Desde la Cuba revolucionaria. Feminismo y marxismo en la obra de Isabel Larguía y John Dumoulin», editado por Clacso (Buenos Aires,2018). En ese año, esta obra recibió el premio del Concurso de Letras en la categoría “Ensayo No Ficción” del Fondo Nacional de las Artes. Ahora, Clacso publicó una nueva edición ampliada e impresa. 

El libro de Mabel Bellucci y Emmanuel Theumer, como la novela Rayuela del escritor argentino Julio Cortázar, puede ser abierto en diferentes capítulos y con distintos talantes. Su textualidad rizomática permite al público lector interactuar con el orden de sus razones para construir un texto propio.

Introducido por la histórica feminista peruana, Gina Vargas, el libro consta de siete capítulos y una conclusión. Complementa el conjunto un anexo fotográfico. Luego de una contextualización histórica y biográfica, los siguientes segmentos se despliegan alrededor de una noción clave que es indiscutiblemente el centro de gravedad del volumen: el “trabajo invisible” no pagado ni siempre reconocido con que las mujeres son incorporadas a la valorización capitalista.

El libro es, por un lado, una obra de historia de las ideas en América Latina y el Caribe. En ese sentido se sigue el derrotero de la feminista argentino-cubana Isabel Larguía y el historiador estadounidense John Dumoulin alrededor de la reconstrucción y circulación de textos cardinales en el cruce del pensamiento marxista y feminista. La noción clave que interesa a Bellucci y Theumer es la del “trabajo invisible”, utilizada por los intelectuales Isabel Larguía y John Dumoulin en su primer manuscrito, de 1969, titulado «Por un feminismo científico» el cual será editado hacia 1971 por Casa de Las Américas. Ambos conciben esta noción para abordar la labor doméstica de las mujeres en el seno del modo capitalista de producción. Dentro de ese orden de temas, Desde la Cuba revolucionaria… avanza en una argumentación visibilizadora que restituye del olvido y de las primacías euroatlánticas. Es una protesta por la autorictas del origen del pensamiento que mantiene como premisa el dualismo cuerpo/mente, según el cual se piensa y teoriza en el ámbito euroatlántico (lo que hoy se denomina el Norte Global) mientras en el sur se hace “cultura” o se “pone el cuerpo”. La teoría es abstracción, la cultura es tradición y materia. La filosofía que produce conceptos es aplicada en las creaciones no reflexivas septentrionales, en la literatura o la música, en la acción y el sentido que requieren, para comprenderse, aplicar una teoría exógena.

Para Bellucci y Theumer no se trata de lidiar, años más o años menos, respecto de precedencias mínimas en un movimiento de creatividad conceptual marxista-feminista. El propósito es incorporar esta producción emergente de la situación revolucionaria cubana en un panorama complejo. El argumento encuadra la emergencia del “trabajo invisible” como clave de la investigación social en una era de movilizaciones feministas y reinvenciones marxistas que atraviesan las fronteras. Volveré sobre esto.

Desde la Cuba revolucionaria… es, por otro lado, y a propósito de un estudio histórico, una restitución de los modos en que se produce la plasmación práctica de las teorías críticas en nuestros tiempos de reconstrucción del pensamiento emancipatorio.

Este libro convoca al feminismo y al marxismo, un encuentro donde la “y” conecta y separa. En efecto, Bellucci y Theumer trabajan sobre esa brecha que ha sido a veces puente y a veces frontera. Es que posiblemente, no necesariamente por amor a un pluralismo conceptual sino por la contemporaneidad de aproximaciones críticas irreductibles a la unidad, marxismo y feminismo hacen de su encuentro el índice de una asociación alojada en temporalidades analíticas distintas.

La cuestión es de primera importancia, tanto teórica como política. Es que, como sucede con otras figuras de la dominación y la opresión, abolir el dominio masculino y el régimen heteropatriacal requiere un proyecto para el cual el marxismo –esto es, la crítica sistemática de la lógica capitalista– provee recursos analíticos parciales e incompletos. Bellucci y Theumer renuncian de antemano a situar una única teoría social del cambio liberador, una sola voz que atenace el sentido de una época. En un sentido contrario, si en algunos tramos de la reflexión sobre la eficacia social del trabajo la perspectiva feminista ilumina la ceguera de la “crítica de la economía política” hacia las cuestiones de género, de éstas no siempre se advierte el tránsito hacia el análisis de las relaciones sociales de producción, de la explotación laboral y las figuras emergentes de la generalización de la forma-mercancía que media la experiencia social capitalista.

Regreso ahora a la primera veta Desde la Cuba revolucionaria… , la restitución del surgimiento y recorrido del trabajo invisible en diversos textos de Larguía con Dumoulin. La serie que se articula al movimiento de los largos años sesenta de creación y activismo en los cuales marxismo y feminismo contaron con vasos comunicantes luego truncados durante largos años (y de los que solo en años recientes se regresa de otro modo). Pienso que Bellucci y Theumer proveen razones convincentes para poner de relieve la importancia del ensayo de Dumoulin y Larguía. Lo singular es cómo inscriben la novedad en el entramado, no apologético, de la Cuba revolucionaria.

Es un entramado abierto, donde las clausuras generadas por las dinámicas de un régimen, por ejemplo, contra el deseo homosexual, interactúan con las aperturas de una revolución en marcha. El libro no edulcora su tema al evadir las contradicciones, a veces flagrantes, de una Cuba donde por ejemplo la prolongada primacía masculina –e incluso patriarcal– en sus rangos dirigentes se torna claramente perceptible desde un análisis feminista y en realidad desde cualquier otro enfoque. Pero Bellucci y Theumer están en otro andarivel de aquel denuesto simplificador que hace de un clima represivo, sintetizado en el “caso Padilla”, el signo de una dictadura totalitaria. Justamente, y debo insistir que sin apologías. Solo en un pasaje (p. 87), se menciona a la “Cuba socialista”, para habilitar en el resto del libro una situación de revolución o incluso una dinámica “en transición al socialismo”, figuras donde la elaboración de Larguía y Dumoulin asumen la complejidad de una producción históricamente densa, condicionada a la vez que investida de una ineliminable libertad. Por ejemplo, esa misma Cuba que constituyó el contexto de la idea del “trabajo doméstico” contó con una Federación de Mujeres Cubanas (FMC) cuya relación con el feminismo, considerado burgués, fue de distancia.

Así las cosas, con Desde la Cuba revolucionaria… debemos replantearnos algunas imágenes consolidadas de las travesías del feminismo y del marxismo en América Latina y el Caribe. Leemos de otro modo textos por cierto decisivos como los que hacia 1970 surcaron todo el hemisferio occidental en busca de una liberación solo pensable en la acción colectiva radical. Donde por otra parte, la revolución no era una “utopía” desacompasada de los ritmos prosaicos de una realidad sin horizontes mayores a la repetición de lo mismo (lo que hoy se denomina un tanto precipitadamente el “régimen de historicidad presentista”).

El libro que Mabel Bellucci y Emmanuel Theumer han producido puede ser incorporado entonces a varios debates en curso en el pensamiento y acción crítico de la actualidad. Las historias del feminismo en América Latina y el Caribe, y por extensión las historias de los feminismos tout court, se ven constreñidas a incorporar la intervención teórico-política de Larguía y Dumoulin en el escenario de las reflexiones críticas del siglo XX. Para las historias de las corrientes del marxismo, acontece algo similar, lo que por lo demás viene muy bien para unos relatos tan androcéntricos.

Una consideración final concierne a la prosa del breve y denso volumen. Bellucci y Theumer procuran una visita al pasado, pero no como a un museo devastado. Recuperan las hebras en que la lectura hace revivir las savias de una pasión por la liberación que se abstiene de borrar las contrariedades. Por el contrario, restituir la inerradicable complejidad de la experiencia hace de las páginas del libro una experiencia viviente en un camino interminable, al menos en ese soplo de rebelión inseparable de los asuntos humanos.

La obra ilumina, en suma, la propia historia de la Cuba revolucionaria, sin concesiones ni condenas unilaterales. Da relieve a un momento del encuentro precario, pero productivo, de marxismo y feminismo en la incertidumbre de una revolución en peligro. Desde la Cuba revolucionaria… es un texto sensible y dispuesto a capturar los puntos de fuga en que la difícil tarea de edificar una alternativa socialista en condiciones adversas produce contextos contradictorios. En efecto, Bellucci y Theumer realizan la proeza de introducir a esa Cuba imposible de simplificar en las historias del marxismo y del feminismo en América Latina y el Caribe. Hacen de este breve volumen un acontecimiento significativo, en términos teóricos, historiográficos, intelectuales y políticos, en nuestros días.

Desde la Cuba revolucionaria. Feminismo y marxismo en la obra de Isabel Larguía y John Dumoulin, de Mabel Bellucci y Emmanuel Theumer, se descarga en este enlace http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20191011020931/Desde_la_Cuba_revolucionaria.pdf

Profesor de la Universitat de Buenos Aires.

Fuente:

www.sinpermiso.info, 29 de diciembre 2019

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