Fuente: https://www.lamarea.com/2021/09/30/la-religion-segun-verhoeven/
“No hay droga lo suficientemente potente en este mundo para provocar un desvarío sensorial tan desaforado” como el que reproduce el director neerlandés en ‘Benedetta’, su última película.
A Paul Verhoeven lo amas o lo odias. Hace un cine salvaje, sin concesiones, y no pide excusas. Tiene tan claro lo que quiere decir, y es tan fiel a su forma sucia y grosera de decirlo, que las críticas le resbalan. Siempre ha sido así y no va a cambiar ahora, cumplidos ya los 80 años. Cada uno de sus títulos es un atentado al decoro y a las buenas costumbres. Cuando compras una entrada para ver sus películas sabes que este viejo rijoso te espera en la sala, emboscado tras las cortinas, con su bate de béisbol en la mano, dispuesto a ejecutar su enésimo acto de terrorismo cultural. Benedetta, por supuesto, no es una excepción. Aúna en ella sus tres grandes obsesiones: sexo, sangre y religión. Y va a por todas.